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Irán gana el partido simbólico

La fe y el mayor contenido futbolístico de los asiáticos derrotaron a EE UU

Carlos Arribas

El árbitro, claro, era suizo. No-intervención, no-beligerancia.Hamid Estili, alias El Estilista, en cambio, es de Irán. Leche de cabra, campos de tierra, pedregales. Lucha por sobrevivir. Mucha fe. Y desde ayer, El Estilista es también un héroe. El autor del primer gol de Irán con un cabezazo parabólico. Un símbolo que justifica un viaje a Francia y el clamor popular en su país. Y en un encuentro que también en su desarrollo vivió más de su valor simbólico que del futbolístico, eso es lo más importante. Estados Unidos e Irán. Sus relaciones, sus guerras por enemigos interpuestos, su desafío, han hecho girar la brújula del mundo. Su partido de fútbol, el emblema máximo del día oficial del fair play, los buenos deseos entre la gente, la paz y la amistad, se quedó en eso. Movió los corazones, pero no tanto como la dura realidad y la brutalidad de los hinchas violentos.

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Los 11 de Estados Unidos eran norteamericanos. Verdes praderas, cereales en los desayunos, dientes sanos y buena salud. Viéndoles jugar, rápidos, atléticos, limpios, dio la impresión de que jugaban al fútbol más por ejercicio que por competición. Esquemas claros, valor físico y fútbol muy rudimentario. Esa igualdad resultó en un partido de buenas intenciones, divertido y animoso. Y también con detalles. Por el lado iraní, el intento estilístico de Bagheri, su organizador. O la velocidad y el desborde del impronunciable Mahdavikia. O Azizi, el rey vivaz y escurridizo. El bajito del bigote que más a menudo descolocó a la defensa USA.

El partido empezó en busca de dueño, pero ninguno de los contendientes mostró mucha capacidad para apoderarse de él. Los iraníes invitaron a los norteamericanos a hacer su juego (su claridad hacia los laterales, sus pocos pasos por el centro, sus balones largos y cruzados), que así debían hacer ellos el suyo: busca de la contra con el rival a contrapié, aprovechamiento de la lentitud de sus defensas. Los de Estados Unidos encontraron en el primer tiempo poca respuesta a su desgaste. Los iraníes encontraron un gol (m.40) y también mala suerte y así acabo la primera parte.

En el segundo tiempo, Irán se vino abajo. El empuje que tanto les faltó antes, les sobró entonces a los estadounidenses. Al segundo gol iraní respondieron rápidamente, pero no les dio tiempo para más. El partido simbólico acabó con victoria iraní.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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