Triunfo insuficiente de los socialdemócratas en las elecciones checas
El Partido Socialdemócrata (CSSD) logró una importante victoria en las elecciones anticipadas de la República Checa celebradas ayer y anteayer, al resultar el más votado con un 32,22% y aumentar en casi un 6% sobre las de 1996, según estimaciones de la cadena privada de televisión Nova. No obstante, el resultado hace prever una difícil formación de Gobierno, porque la coalición que se anticipaba como más probable y lógica -CSSD y KDU (democristianos)- no alcanza los 101 escaños necesarios para la mayoría absoluta.
Todo parece indicar que el Partido Repúblicano, una formación neofascista por sus ideas xenófobas y racistas, se quedará fuera del Parlamento por no alcanzar el 5%, barrera mínima que permite obtener escaños. La misma suerte corrió otro peculiar grupo al que las encuestas también daban como casi seguro en el nuevo Parlamento. Se trata de Jubilados por la seguridad de vida, dirigido por Eduard Kremlicka, un ex coronel y ex comunista de 68 años, que propagaba una mezcolanza entre populista y comunista con fuerte resonancia entre los más de tres millones de pensionistas checos. Nada extraño si se tiene en cuenta que la jubilación media en la República Checa es de 5.150 coronas (algo menos de 25.000 pesetas).El fuerte aumento socialdemócrata no basta para poder formar una coalición con los democristianos, que han rebasado en una décima el 9%. Las dos fuerzas, sumados sus posibles diputados, se quedan a media docena de la mayoría absoluta de 101 escaños necesarios para lograr un Gobierno estable.
El dirigente del CSSD, Milos Zeman, de 54 años, se mostró ayer dispuesto a dialogar con los dirigentes de todos los partidos, sin que esto signifique entrar en negociaciones para formar una coalición. Zeman se refirió a todos los partidos, ante una pregunta sobre si hablaría también con los comunistas.
Los comunistas consiguieron un 11,1%, un poco más que en la elección pasada, pero en la República Checa todavía permanecen estigmatizados y encerrados en el gueto, sin que se cuente con ellos para formar coaliciones. Los resultados tal vez permitan una mínima mayoría absoluta entre socialdemócratas y comunistas, pero no parece que el país esté todavía maduro para esta combinación. Los comunistas rechazan por completo la entrada en la OTAN, postura que apoyan los socialdemócratas.
La derecha ha conseguido un resultado notable. El Partido Cívico Democrático (ODS) del exprimer ministro Vaclav Klaus, de 56 años, perdió la condición de grupo más votado, pero logró un 27,7% de votos, a pesar de haber sufrido una escisión y de la dimisión de su líder como consecuencia de un escándalo de financiación ilegal y corrupción. La Unión de la Libertad (US), grupo escindido del ODS, logró en su primera comparecencia ante el electorado algo más de un 8%. El presidente de Unión de la Libertad, el ex ministro del Interior Jan Ruml, declaró ayer que no está dispuesto a formar una coalición con el CSSD, porque su programa es de derechas y por tanto incompatible con los socialdemócratas.
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