Miles de personas reclaman la jornada de 35 horas

Lo dijo Julio Anguita, asombrado y feliz, ante una plaza Mayor repleta: "El acto de hoy ha superado nuestros mejores deseos". Cierto. Bajo un sol de justicia, miles de personas (20.000, según algunas fuentes) habían subido calle Alcalá arriba, desde Cibeles, desde el mismo sitio donde, con otras razones, miles de personas se han reunido para aclamar a los dioses del fútbol.Pero no era el fútbol lo que ayer juntó a hombres y mujeres. Si aquel cantaor rojo, Angelillo, hubiera podido cantar ayer, hubiera entonado, feliz, el famoso fandanguillo: "Cómo reluce, la calle de Alcalá cómo reluce / cuando suben y bajan los andaluces". Verdad. Se calcula que 10.000 andaluces -habían alquilado 200 autocares- llenaron la calle de Alcalá.

Anguita felicitó -y no era para menos-a la multitud que aguantó, paciente, un larguísimo y tedioso acto. "Sois vosotros", dijo, "los que habéis conseguido que esto sea un triunfo. Ni siquiera nosotros lo teníamos claro". Y subrayó que "ahora empieza todo. Ahora hay que seguir luchando por las 35 horas. Hoy empezamos todos a trabajar. Y a los que vengan, los esperamos andando". Agustín Moreno, que cerró el acto, también llamó al PSOE, a UGT y "al sector oficial de CC OO". Fausto Bertinotti, de Refundación Comunista intervino para lanzar un vibrante "todos unidos venceremos". Con ellos, Manuel Zaguirre (USO), José María Olaizola (CGT), el representante de los parados franceses Patric Spadoni y una representante de Madres contra la Droga. El acto fue presentado por Pilar Bardem, José Antonio Bardem, Esperanza Alonso e Ismael Serrano.

A las tres de la tarde miles de personas, banderas al hombro, -Bertinotti las llamó "maravillosos colores de la izquierda"- buscaban una sombra piadosa.