La batalla de las ciudades medianas
El proceso de elecciones primarias se celebra también en las ciudades medianas en las que el PSPV no tiene el poder y que por ello constituyen uno de los flancos en los que los socialistas tienen más interés: necesitan reforzarse para recuperar feudos tradicionalmente suyos que han caído en manos de la derecha merced a sendas mociones de censura, como Benidorm y Sagunto, y para reducir la diferencia en otros en los que los conservadores detentan apabullantes mayorías, como Orihuela. El reto es evitar que en las dos primeras suceda lo que en la tercera: una moción de censura en los ochenta desbancó a un alcalde socialista y dio la alcaldía a la derecha, que se hizo fuerte hasta prácticamente borrar del mapa a la oposición. El elenco de aspirantes a candidatos socialistas que tratarán de arrebatar a la derecha el gobierno de estas ciudades lo forman caras conocidas a las que se han sumado nuevos valores. Benidorm Con más de 53.000 habitantes censados, y muchos más residentes permanentes, Benidorm ha estado gobernado tradicionalmente por la izquierda, hasta que en 1991 el ahora presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se valió de una tránsfuga del PSPV para alcanzar la alcaldía, que le sirvió de plataforma de lanzamiento en su carrera hacia el Palau. Desde ese año, el PP ha mantenido un constante crecimiento electoral, que le llevó a la mayoría absoluta en 1995 con una lista encabezada por Vicente Pérez Devesa, mientras los socialistas, perdidos, sin líder definido, con una fuerte división interna y sin asumir la censura, caían en picado. La agrupación local del PSPV afronta las primarias tan dividida como siempre, con dos bloques enfrentados que se reparten los apoyos. Una muestra de ello es que de los 680 militantes, más de 600 han avalado a alguno de los contendientes. En Benidorm la militancia es real, después de la depuración acometida hace un año por la ejecutiva que dirige el renovador José María Pajín, que dio de baja a fallecidos, desinteresados y morosos. Un comerciante con experiencia en el cargo de alcalde, que ocupó durante ocho años y medio, y un funcionario de 37 años que ha recogido el testigo de la vieja guardia del partido, son las opciones que se presentan ante la militancia socialista de Benidorm para elegir candidato con el que intentar desalojar del poder a la derecha. Manuel Catalán Chana, de 51 años, ya fue concejal en 1979, y alcalde desde 1983, reelegido en 1987 y 1991. Aunque toda su carrera política ha caminado de la mano del sector lermista y su máximo representante en Alicante, el senador Ángel Franco, su vuelta a la política activa ha sorprendido a propios y extraños. Catalán es ahora renovador y uno de los mayores defensores de Joan Romero. No quiere saber nada del viejo aparato, y se prepara para intentar recuperar "la alcaldía que robó Zaplana". Agustín Navarro, de 37 años, ha sido en la última década la mano derecha de Catalán Chana, del que fue jefe de gabinete en la alcaldía, al que ahora se enfrenta en primarias para encabezar la lista municipal. Ha heredado ese aparato que ahora repudia su ex progenitor político, e insiste en la necesidad de cambiar mensajes y caras para volver a ilusionar al electorado progresista. Es el único participante en primarias de toda España que dispone de una sede electoral propia y ha diseñado una campaña abierta a los simpatizantes del partido. Sagunto Otro de los feudos tradicionales perdidos por la izquierda es Sagunto, una ciudad con una población de 57.000 habitantes que ha quedado marcada por la reconversión industrial. El PSPV cuenta allí con 511 militantes, entre los que figura Manuel Girona, último alcalde de izquierda, ahora retirado de la vida política local. Los socialistas perdieron la alcaldía hace 14 meses merced a una moción de censura y si ya antes existían problemas, desde entonces la situación política en el Ayuntamiento se resume en una palabra: inestabilidad. Desde que Silvestre Borrás sucedió a Manuel Girona en la alcaldía, la política municipal ha estado presidida por el deterioro de las relaciones entre los cuatro grupos (PP, UV, UPV y CIPS) que integraron el equipo de gobierno tras la moción de censura. Estos grupos tienen enfrente a un PSPV que todavía no ha recuperado el pulso después de la crisis que le llevó a perder la alcaldía. Margarita Pin, Francisco Crispín y Manuel Esparza son los tres aspirantes a convertirse en candidatos. Francisco Crispín Sanchis, de 42 años, trabaja en el departamento de Actividades del Ayuntamiento. Dentro de la familia socialista se posiciona cercano el secretario de Organización del PSOE, Ciprià Ciscar, aunque en el congreso del pasado año apostó por el Movimiento por el Cambio. "Ser demasiado renovador me costó caro en el partido", señala. Crispín se alejó de la actividad política a principios de esta década, después de haber sido concejal desde 1983 y alcalde poco después, coincidiendo con la reconversión. Margarita Pin Arboledas, de 49 años, es la candidata del aparato comarcal. Diputada en el Congreso y desde el verano de 1997 miembro de la ejecutiva nacional que lidera Joan Romero, Pin aspira a convertirse en la primera alcaldesa de Sagunto. Para ello apuesta por un mensaje renovador. Denuncia que se ha encontrado con muchas dificultades para recoger las firmas ya que en su opinión otros candidatos han querido acumularlas para "impedir" que se presentara. Manuel Esparza Ripoll, de 50 años, concejal durante los últimos 12 años, es profesor de Primaria en un colegio de Puerto de Sagunto. Presidente de la agrupación del Puerto, Esparza, considerado oficialista, centra su propuesta en la convergencia con otras fuerzas progresistas y en la renovación de actitudes en el partido. Esparza considera "preocupante el odio y la visceralidad que el actual equipo de gobierno está transmitiendo a la ciudadanía". Promete una política "claramente de izquierdas" si accede a la alcaldía. Orihuela Orihuela, que en la actualidad tiene 51.000 habitantes, ha registrado en la última década uno de los más elevados índices de construcción en la costa, un aspecto en el que ha rivalizado con la vecina Torrevieja, igualmente gobernada por la derecha. El paso de Luis Fernando Cartagena por la alcaldía ha cambiado la fisonomía de la localidad, tanto en el plano físico como en el aspecto político. Si en lo físico la presencia del PP en Orihuela se ha traducido en la invasión y ocupación del litoral, en lo político ha sucedido otro tanto: la oposición prácticamente ha sido borrada del mapa desde que Cartagena -en la actualidad inmerso en un proceso por las primas únicas que tiene su origen precisamente en sus primeros años como alcalde- consumó la moción de censura que desbancó a los socialistas. También en este caso son tres los aspirantes a convertirse en candidatos del PSPV a la alcaldía. Francisco Lorente, Guillermo Cánonas y María Moreno se disputarán los votos de los 444 afiliados socialistas de la ciudad de Orihuela, a los que se suman 69 de la partida rural de San Bartolomé. José F. Lorente Belmonte, de 44 años, es profesor de Física y Química en el Instituto de Formación Profesional de Orihuela. Es concejal y portavoz municipal de su grupo, integrado por siete ediles. Lorente siempre se decantó por las tesis oficialistas del ex secretario general Joan Lerma, pero en el congreso del año pasado dio su apoyo a Romero. María Moreno Ruiz, de 41 años, es Asistente Técnico Sanitario y desde las elecciones autonómicas de 1995 ocupa un escaño en las Cortes Valencianas. Los temas sanitarios y las carencias que afectan a la comarca de Orihuela han ocupado la mayor parte de su trabajo en el Parlamento valenciano. Guillermo Cánovas Vergel, de 44 años, es licenciado en Historia y trabaja como celador en el hospital Vega Baja. Es el actual secretario general de la agrupación local socialista y cuenta con el apoyo de buena parte de su ejecutiva. Su candidatura, que ha pillado por sorpresa al propio Lorente, revela el desacuerdo de un sector de los afiliados con la línea seguida por el portavoz municipal. Cánovas ha trabajado para el partido sin haberse significado demasiado de puertas hacia afuera.
Este reportaje ha sido elaborado con informaciones de Jaime Esquembre, Albert Vidal y Carmen Gómez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.