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PSOE y PA evitan que el Parlamento repruebe al consejero Ortega por su relación con una caja

Luis Barbero

Con un debate duro, a veces bronco, el Parlamento despidió el presente periodo de sesiones. Una proposición no de ley del PP para reprobar al consejero de Relaciones con el Parlamento, el andalucista Antonio Ortega, por simultanear dos años su cargo con el de secretario del Consejo de Administración de la Caja San Fernando hizo que los portavoces de cada grupo se enfrascasen en un dime y direte de epítetos que el presidente de la Cámara, Javier Torres Vela, quiso zanjar. PSOE y PA evitaron que la reprobación saliese adelante en medio de las críticas de la oposición.

Mentiroso, chantajista, incapaz y, como no, la última aportación a la dialéctica política para recriminar al adversario, bartolín, fueron algunos de los términos que se emplearon en un debate en el que participaron los portavoces parlamentarios de cada grupo y en el que no intervino el principal afectado, Antonio Ortega, que, sin embargo, sí respondió desde su escaño ante las cargas de profundidad que le enviaba la oposición. La iniciativa del último pleno -ya sólo queda el debate sobre el estado de la comunidad- fue rechazada por 54 votos en contra y 40 a favor. El portavoz del PP, Manuel Atencia, vertebró su discurso en torno a la que, a su juicio, es la clara incompatibilidad en la que incurrió Ortega y sobre las contradicciones del consejero andalucista nada más salir a la luz su relación con una caja. "Hay razones más que fundadas para la reprobación. Usted estuvo dos años en dos puestos de forma ilegal", afirmó. Atencia recordó que nada más conocerse que Ortega era secretario de la caja, puesto que dejó ese mismo día, el consejero dijo que había pedido un informe a la Consejería de Gobernación sobre la posible incompatibilidad, así como que no había cobrado ni un peseta. Certificado Posteriormente, la propia consejera de Gobernación, Carmen Hermosín, afirmó que Ortega no le había pedido este informe y trascendió que el consejero andalucista había cobrado más de 400.000 pesetas en concepto de dietas. Luis Carlos Rejón, portavoz de IU, exhibió en la tribuna un certificado de la Caja San Fernando en la que consta que Ortega cobró 315.000 pesetas en 1996 y 70.000 en 1997. Los dos portavoces de la oposición coincidieron en argumentar que la no destitución de Ortega se debe a razones de "chantaje" de los andalucistas al presidente andaluz, Manuel Chaves. Rejón, que tiró de ironía en buena parte de su intervención, dijo que a la teoría política -citó a Maurice Duverger y Giovanni Sartori- habría que añadir un nuevo modelo de Gobierno: el del chantaje. Por los dos partidos que forman la coalición de gobierno, la defensa más firme la hizo el portavoz de los socialistas, José Caballos, quien sacó a colación de los casos de incompatibilidad de tres alcaldes de provincia del PP: Celia Villalobos, en Málaga; Gabriel Díaz Berbel, en Granada; y Teófila Martínez, en Cádiz. Todos ellos, recordó Caballos, han tenido que abandonar sus cargos en las empresas municipales de las que eran miembros por estar en situación de incompatibilidad. "Cuando no se tiene autoridad moral, ¿cómo se trae esta iniciativa?", preguntó el portavoz socialista, que achacó a la "temeridad del incapaz" la iniciativa de los populares. El portavoz socialista sostuvo que la estrategia de oposición de los populares debe "tener unos límites" que, en su opinión, no respetan ni PP ni Izquierda Unida. Justificó Caballos la negativa socialista a la reprobación por el hecho de que no ha habido ninguna intencionalidad ni enriquecimiento por parte de Ortega. Por su parte, el portavoz del PA, Pedro Pacheco, dijo que por "congruencia" su voto iba a ser en contra de la iniciativa "de la derecha".

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Sobre la firma

Luis Barbero
Es subdirector de Actualidad de EL PAÍS, donde ha desarrollado toda su carrera profesional. Ha sido delegado en Andalucía, corresponsal en Miami, redactor jefe de Edición y ha tenido puestos de responsabilidad en distintas secciones del periódico.

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