Las chicas futbolistas
Ésta es una carta para responder a las preguntas que, aunque a veces no se dicen, se le pasan a la gente por la cabeza cuando se le dice que una chica juega al fútbol; como yo, que juego en el Santo Ángel, un equipo femenino de fútbol 11.- No tenemos balones más blandos, son normales (duros).
- No tenemos por qué tener las uñas largas, con lo cual no se nos rompen al jugar.
- El entrenador no está en el vestuario cuando nos cambiamos.
- Si hay charcos o barro, nos manchamos, no los bordeamos.
- No lavamos nuestras camisetas, nos las lavan.
- No tenemos camisetas ajustadas, ni pantalones más cortos, ni botas con tacos más altos.
- Al marcar un gol, podemos levantarnos la camiseta (ya que podemos llevar otra debajo).
- Tenemos árbitros chicos, y no ligamos con ellos durante el partido.
- ¡Ah!, y no estamos buscando ningún masajista.
No tenemos «pinta de futbolista», aunque ¿qué es eso? ¿Parecer chicos? ¿Andar como ellos, hablar como ellos? Pues, si es así, muy pocas parecen futbolistas.- .
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
