El estrecho de Alicante

España es una cinta de asfalto de miles de kilómetros que hay que cruzar en el menor tiempo posible para llegar a casa. Sin dejarte en hoteles y restaurantes los francos que con mucho sacrificio has ahorrado durante el invierno. Con esta consigna y los coches cargados hasta límites inverosímiles, más de un millón y medio magrebíes volverán a recorrer la península este verano para pasar las vacaciones en sus lugares de origen. En esta tortuosa travesía, la Comunidad Valenciana adquiere cada vez un papel más relevante. El delegado del Gobierno, Carlos González Cepeda, que acaba de regresar de una reunión hispano-marroquí en Tánger para ultimar los detalles de la Operación Paso del Estrecho, augura que este año aumentará un 20% el número de magrebíes que cruzarán las carreteras valencianas. Sus previsiones superan los 120.000 inmigrantes. "La reducción del peaje en la autopista A-7 y las mejoras que se han llevado a cabo en la carretera nacional 340 [las dos columnas vertebrales de la Comunidad] animarán a un numero mayor de marroquíes a viajar por aquí", predice el delegado gubernativo. También pronostica un incremento de los marroquíes que convertirán el puerto de Alicante en su estrecho particular. En vez de zarpar desde Málaga o Algeciras, 65.000 norteafricanos apostaron el año pasado por la conexión Alicante-Orán. González Cepeda prevé que el número de viajeros que subirán en estos ferrys aumentará este año entre un 5 y un 10%. En la reunión de Tánger participaron, por parte española, los directores generales de Protección Civil y Marina Mercante, representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores y Fomento, así como los delegados del Gobierno en Ceuta, Melilla y la Comunidad Valenciana, así como los subdelegados en Cádiz, Almería y Málaga. Junto a sus homólogos marroquíes analizaron cómo discurrió la Operación Paso del Estrecho del año pasado para corregir errores e introducir mejoras que faciliten la peregrinación estival. "La operación de 1997 fue satisfactoria, apenas se produjeron retenciones", recuerda González Cepeda, "pero hubo problemas con las compañías navieras". Para evitar que los ciudadanos magrebíes se agolpen en los puertos españoles durante varios días, con su familia y sus enseres apretujados en el vehículo, las autoridades españolas han pactado una solución con las cinco navieras que realizan estos trayectos. "Este año podrán comprar el billete a cualquier naviera y partir en el primer ferry que llegue al puerto, sea de la compañía que sea", precisa el delegado del Gobierno, que confía en que esta medida permita que los barcos se llenen con más rapidez y se reduzcan las esperas en los puertos. Después de humillar al hambre y al sueño durante centenares de kilómetros de viaje, los marroquíes se quedaban frenados, impotentes, en la orilla del mar. A la espera de un ferry que en muchos casos ponía a prueba su paciencia. Tradicionalmente, el puerto de embarque preferido por los magrebíes ha sido el de Algeciras, seguido por Málaga. Pero González Cepeda explica que últimamente Alicante les ha recortado terreno. Por eso el Gobierno español decidió el año pasado incluir a la Comunidad Valenciana entre los interlocutores que participan en la operación. El Gobierno gastará este año 500 millones de pesetas para facilitar el tránsito de la caravana magrebí. A su paso por la península encontrarán intérpretes, servicios sociales, postas sanitarias, zonas de aparcamiento y áreas de descanso con fuentes de agua potable y lugares con sombra para huir del sol. La Delegación del Gobierno valenciana se reunirá la próxima semana con los responsables de la empresa Aumar para solicitarles que faciliten espacio en el área de servicio de San Antonio, en La Marina Alta, para instalar una de estas zonas de descanso. Las novedades de este año en el territorio valenciano incluyen cinco intérpretes de árabe y francés y otra media decena de asistentes sociales, aparte de ambulancias del SAMU y la Cruz Roja para atender las urgencias que se produzcan en el puerto de Alicante. El dispositivo especial entró en funcionamiento ayer y estará activado hasta el mes de septiembre. Las fechas más tumultuosas, según las previsiones del Gobierno, se vivirán del 31 de julio al 2 de agosto, del 15 al 16 de agosto y del 4 al 6 de septiembre. González Cepeda aclara que en la reunión de Tánger le han hecho varias sugerencias a las autoridades marroquíes, entre ellas que en agosto mantengan personal de guardia en los consulados de Algeciras, Barcelona y Alicante las 24 horas del día, para contactar rápidamente con las familias de las posibles víctimas en accidentes. Aunque se muestran escépticas, las autoridades españolas también han pedido que los viajeros hagan más paradas de descanso y los coches no vayan tan cargados.