Muere ahogado un pescador en un lago de Galapagar al recoger su caña

Matías P. G., de 62 años, murió ayer tarde ahogado en el lago artificial de la Urbanización Parquelagos de Galapagar (16.000 habitantes), según el Sercam y la Guardia Civil. El hombre, que pescaba junto a sus hijas y yernos, a las dos de la tarde, se encontraba sentado en una orilla que tiene un metro y medio de profundidad.

Según la versión de varios vecinos, la caña se le escapó en el agua al tirar de ella un pez. Matías trató de recuperarla desde la orilla. En ese momento se desequilibró y cayó al lago. La Cruz Roja apuntó, en cambio, otra versión. Para la institución benéfica el hombre se lanzó directamente al agua para recoger la caña porque se le cayó.

Los yernos de Matías se zambulleron en el lago al ver que su suegro se hundía. Al meterse en el estanque le perdieron de vista. El agua se lo tragó. Sus familiares bucearon durante varios minutos, pero la búsqueda fue inútil. No le encontraron debido a que la balsa estaba muy turbia, según explicaron los vecinos de la urbanización.

Los equipos de bomberos de la Comunidad de Madrid y de la Cruz Roja, dos barcas del Sercam y buceadores del grupo especial y subacuático de la Guardia Civil buscaron al pescador durante dos horas en el punto del lago donde cayó. El cadáver fue rescatado por los buceadores de la Guardia Civil pasadas las seis de la tarde.

El lago artificial de Parquelagos mide 300 metros de largo y 150 de ancho. Según Enrique Fernández, presidente de la comunidad de propietarios de la urbanización, se trata de un embalse decorativo de la zona residencial que administra la Confederación Hidrográfica del Tajo.