La policía revisó la documentación a todos los motoristas en la Castellana

La llegada de 20.000 moteros a la región con motivo del Gran Premio de la Comunidad de Madrid puso ayer en alerta a las fuerzas de seguridad. El espectacular dispositivo montado por la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Policía Municipal -en total más de 1.200 agentes-, pasó anoche su primera gran prueba, en el paseo de la Castellana.La Policía Municipal, que mandó a la citada vía una fuerza de choque de 200 agentes especialmente destinados a hacer frente a los moteros y evitar sus exhibiciones, desplegó a partir de las diez de la noche controles de alcoholemia y documentación en todos los cruces.

Así situados, los agentes se pusieron manos a la obra: paraban a todos los motoristas que circulaban por la Castellana, les pedían la documentación y luego, superado el control, les dejaban seguir. No se escapaba ni uno, ni siquiera los motoristas de los servicios de comida rápida. "No entiendo por qué me han parado. Está claro que yo estoy trabajando", decía un motorista de Telepizza. Otro conductor mostraba su enfado por haber sido parado en dos controles. "Vamos, que no cruzo la Castellana ni en una hora", se quejaba.

Otra medida adoptada en torno a la medianoche fue el corte del túnel de la plaza de Castilla. Este cierre constituyó el paso previo a la medida más drástica prevista para frenar a los moteros: el corte de los laterales de la Castellana. Sobre la una de la madrugada, esta restricción sólo se había materializado en el tramo comprendido entre las plazas de San Juan de la Cruz y de Gregorio Marañón.

La medida tenía como fin evitar que se repitiesen en la principal arteria de la capital las exhibiciones de los moteros, tal y como ocurrió el 26 de septiembre de 1993, cuando éstos tomaron la Castellana. Aquella madrugada, víspera de la última gran prueba del Mundial de motociclismo, un millar de aficionados ocupó con sus máquinas la Castellana, lo que obligó a cortar la calle. La exhibición terminó con la intervención de los antidisturbios.

Las medidas adoptadas en la noche de ayer son un anticipo de las que la Policía Municipal tomará hoy, día en que se espera la máxima afluencia de motoristas a la capital.