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Punk, tecnología y decibelios se unen en el concierto de Prodigy en La Malagueta

Recién confirmada su gira en Estados Unidos con Madonna, Prodigy, considerada internacionalmente la banda más espectacular dentro del género del tecno-punk, ofrece esta noche en la plaza de Toros de La Malagueta, dentro de las Serenatas de la Luna Joven, su último concierto en España. Para el concierto de esta noche, la banda británica estará teloneada por un disc-jockey (Franxis 90) y dos bandas andaluzas (los granadinos Sin Perdón y los sevillanos de Bockors), que comenzarán el ritual de vatios de luz y sonido (300.000 y 100.000 respectivamente) a las 20.00. La entrada a escena de Prodigy al escenario de La Malagueta está prevista a las 22.45 para acabar en torno a las dos de la madrugada. Posteriormente se ha organizado una fiesta en la Caseta Municipal de la Feria de Málaga, en Teatinos, donde podrán acceder todo el público del concierto con la presentación de la entrada. La fiesta, donde participarán casi todos los colectivos de dj"s de la provincia, se prolongará hasta el amanecer. Aún hoy se podrán adquirir entradas en las taquillas de la plaza de toros, al precio de 4.500 y 5.500 pesetas. El concierto de Prodigy, para el que no han faltado patrocinadores (Cadena Ser, 40 Principales, Canal Sur Radio, Espectáculos Mundo...), es de momento el único guiño al fenómeno de la música electrónica rescatable del ciclo de conciertos anuales que el Ayuntamiento de Málaga organiza bajo la etiqueta de Serenatas de la Luna Joven. Tras la actuación de Luis Miguel el 8 de mayo, aún quedan las de Alejandro Sanz y Mónica Naranjo, con estilos muy lejanos a la apocalíptica estética electropunk del cuarteto formado por Liam Howlett, Maxim, Keith Flint y Leeroy Thornhill. Su último disco, The fat of the land, está barriendo en Europa donde han pasado de ser un grupo de culto a un fenómeno mercadotécnico. Temas de este disco como Smack my bitch up, se encaraman a los números uno de la música de baile. Prodigy es el mejor representante de la mezcla de tecnología, electrónica, rock, punk, anarquía estética, milenarismo y música de baile hiperdecibélica propia del final de siglo. Su música y su sentido del espectáculo recoge influencias del ska, hip-hop, del techno, de los sonidos sampleados, de los breakbeats, del punk desafiante los setenta, del dance o el heavy. Guitarras distorsionadas, teclados, sonidos sampleados y voces del averno repitiendo machaconamente los estribillos suenan en cada canción como la llamada a un campo de concentración futurista.

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