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Ródenas apuesta por un partido fuerte para vencer a la derecha

Clementina Ródenas apostó ayer por cerrar filas en el seno del socialismo valenciano para afrontar con garantías las próximas elecciones autonómicas y derribar a la derecha. La candidata a las elecciones primarias del PSPV para optar a la Generalitat defendió el debate ideológico porque permite "rearmar" el discurso político, pero rechazó de plano el enfrentamiento personal con sus rivales, a los que prefirió denominar "compañeros". "El PSPV debe aunar fuerzas y no hay lugar para ombliguismos ni confrontaciones internas que debilitan", aseveró. La aspirante se mostró convencida de que es factible derrotar a los populares en las próximas elecciones porque la sociedad valenciana es mayoritariamente progresista y denunció el entramado empresarial que rodea a Eduardo Zaplana.PASA A LA PÁGINA 3

Ródenas afirma que el PP se sustenta en "una coalición de intereses oscuros y reaccionarios"

VIENE DE LA PÁGINA 1 Ródenas explicó que el Partido Popular elaboró en su día "una estrategia" para combatir a los socialistas en la que se fraguó una "alianza" entre "medios empresariales y grupos mediáticos y financieros" que responde a intereses "oscuros y reaccionarios". La "coalición" cobró nueva consistencia cuando Eduardo Zaplana accedió al poder, según el análisis de Ródenas, y se ha convertido con el tiempo en "una corteza dura" que ha estrechado el cerco en torno al presidente de la Generalitat. Ródenas aseguró que su intención al optar a las primarias es disfrutar de una oportunidad para "romper" esa corteza. La manifestación más clara del poder que ha acumulado "la derecha social" es la cesión de la televisión pública valenciana: "Se ha puesto en manos de un grupo mediático lo que es patrimonio público". El acoso a las cajas de ahorro sería una segunda expresión de la misma estrategia. "No les importa la estabilidad del sistema financiero", dijo, "no hay ningún escrúpulo en utilizar ese sistema para sus propios proyectos, sin ningún rubor financian inversiones ligadas a dirigentes del PP". Ródenas lamentó la reciente renuncia de Emilio Tortosa como director general de Bancaixa para "huir" de los populares. "No me resigno", reiteró para justificar su interés por optar a la Generalitat. Ródenas se mostró convencida de que Zaplana "choca" con la sociedad valenciana y lamentó la falta de sintonía entre los responsables públicos y la ciudadanía. Bromeó sobre el "desparpajo" con que el presidente de la Generalitat se ubica en "un lugar geométrico" entre el centro y la izquierda en una "contradicción permanente" con su propia acción política. Y apostó por la defensa del estado del bienestar como "un derecho civil". "No quiero un estado grande, pero sí suficiente", explicó. Por su parte el también candidato Antoni Asunción insistió ayer en sus referencias críticas a Ródenas. "Me parecería presuntuoso afirmar que soy el candidato de las bases", dijo Asunción y añadió que hasta el día 28 no se sabrá "quién es el candidato que las bases quieren para la sociedad valenciana". Asunción, de campaña en Sagunto, arremetió contra el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. Éste "ha confesado en Moscú que lo único que le importa es la opinión de los empresarios", según Asunción: "La derecha no necesita de la sociedad civil para gobernar, le basta con chalanear con los poderes económicos". Por su parte, Joan Romero se reunió ayer con medio centenar de sus colaboradores que a partir del lunes se convertirán en agentes electorales. Romero iniciará su campaña ante la militancia en Puerto de Sagunto y la cerrará en Benidorm para demostrar que su rival es Eduardo Zaplana.

Desconfianza vía fax

Clementina Ródenas tenía previsto presentar ayer las firmas su candidatura a las primarias del PSPV, pero problemas "burocráticos" de última hora frustraron su intención. Una consulta formulada ante los responsables de la comisión de garantías electorales fue resuelta con un escrito que rechazaba que las firmas que apoyan a los aspirantes fueran remitidas a través del fax. Ródenas bromeó sobre el obstáculo de orden interno en la era del correo electrónico y aludió a una directiva de la Unión Europea que considera válidos los documentos transmitidos por fax. La aspirante presentó un recurso ante la comisión correspondiente para evitar tener que recoger personalmente los avales "desde el Maestrat a la Vega Baja". La candidata aseguró contar con apoyos más que suficientes que reflejan "un claro equilibrio territorial". Los responsables de la comisión aceptaron que los avales sean remitidos por fax siempre que correspondan a miembros del comité nacional de modo que se pueda disipar cualquier duda sobre su autenticidad, pero explicaron que sería inviable comprobar la veracidad de las firmas si correspondieran a cientos de militantes de base.

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