Gil se apresura a corregir el PGOU de Marbella para forzar su legalidad

Jesús Gil prometió sorpresas en la comisión provincial de Urbanismo y ayer, en un pleno urgente, su gobierno acordó enviar una decena de documentos para completar el expediente de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Marbella a la sesión que mañana se propone suspenderlo. Gil logró el pasado día 2 que esta comisión decidiera no exigirle el estudio de impacto ambiental, cuya carencia tuvo paralizada la revisión durante dos meses. El gobierno municipal aprobó la propuesta de "subsanación de errores del expediente de revisión" y anunció que no presentará los informes forestal y de vía pecuaria por considerarlos extemporáneos. La Junta, que evidenció una pugna en sus delegaciones de Obras Públicas y Medio Ambiente sobre la exigencia del informe ambiental, indicó que solicitaría al plan de Gil dichos estudios sectoriales. La convocatoria de la comisión provincial de Urbanismo para tratar el PGOU de Marbella, 10 días después que el expediente quedara sobre la mesa, ha sido respondida con virulencia por parte del GIL, que teme que en esta reunión se acuerde la paralización del plan, como lo anunció el delegado de Obras Públicas, Carlos Morales, y lo refrendó el vicesecretario del PSOE, José Asenjo. Gil insistió ayer en que su PGOU cumple todos los requisitos y acusó a los socialistas de montar una contra su plan. "Ni en la peor época fascista ni en las etapas de los peores dictadores", afirma Gil, un partido como el PSOE "se reúne con sus capitostes al frente y trata de imponer sus caprichos" en la tramitación del PGOU. La portavoz del PSOE, Isabel García Marcos, señaló que el PGOU quedó sobre la mesa "porque faltan papeles" y denunció que 40 convenios urbanísticos firmados por el Ayuntamiento (que afectan a dos millones de metros cuadrados) no se incluyeron en la última exposición pública, antes de su aprobación provisional.