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Varios concejales de Barcelona convocan reuniones con los vecinos para tratar de calmar las protestas

La consigna del alcalde de Barcelona, Joan Clos, a los miembros del gobierno municipal de "extremar" el diálogo con los ciudadanos para evitar protestas ha surtido un efecto inmediato. Los responsables políticos de varios distritos han convocado ya o están preparando encuentros con representantes de los vecinos para hablar de los conflictos que han estallado en los últimos meses. Algunas ya tienen fecha: Antoni Santiburcio tiene dos reuniones programadas para hoy y mañana en Nou Barris y Albert Batlle tenía ya convocada una ayer en Horta.

Si para el concejal de Nou Barris, el socialista Antoni Santiburcio, la semana pasada resultó aciaga por las manifestaciones convocadas en su contra, estos días su agenda está repleta de reuniones con las entidades más airadas. El edil se reunirá hoy con una delegación del barrio de Roquetes para abordar la larga lista de peticiones que encabezan las escaleras de la calle de Alcántara y un plan de aparcamientos. El pasado jueves, la Asociación de Vecinos de Roquetes logró reunir a un millar de personas en una de las manifestaciones más concurridas que se recuerdan en el barrio. Los vecinos tienen la sensación de que el plan de inversiones del Ayuntamiento pasa de largo por Nou Barris y todavía colea el episodio de la carga policial contra el colectivo de "los pesaos" que amargó la fiesta mayor del barrio de la Prosperitat. De esas cuestiones tratará mañana el concejal Santiburcio en una reunión con una comisión de entidades que encabezará el dirigente vecinal Andrés Naya. Aunque las relaciones entre ambos no atraviesan por un buen momento, ambas partes acudirán al encuentro en son de paz. Referéndum en Horta Las entidades esperan salir de la reunión con nuevos canales de diálogo. Para Naya está claro que hay que evitar que se repitan situaciones que acaben con "un baile de bastones", refiriéndose al episodio de la Prosperitat, que se saldó con un detenido y ocho contusionados. En Vall d"Hebron, el movimiento vecinal es contrario al centro de recogida de residuos limpios que se está construyendo. La propuesta municipal de reducir el 20% de las dimensiones de la planta no convence del todo a una parte de los vecinos. En la última asamblea quedaron empatados los que apuestan por negociar frente a los que, contra viento y marea, se inclinan por continuar manifestándose todos los martes y jueves. Sí hubo acuerdo, en cambio, en solicitar al distrito de Horta que convoque un referéndum para que los residentes puedan pronunciarse sobre el almacén de residuos. La idea ha caído muy mal en el distrito, donde antes de que el concejal Albert Batlle se pronuncie al respecto ya se oyen voces que indican: "Si quieren consulta, que la convoque la asociación de vecinos". La reunión que debía celebrarse ayer se aplazó hasta el día 17. Otra protesta que probablemente será abordada en una reunión en el distrito de Eixample es la de los vecinos de la calle de Enric Granados, que el pasado sábado realizaron una concentración para reclamar una zona peatonal. En el Carmel las aguas bajan más tranquilas en relación con el centro de atención a los drogodependientes desde que el distrito dio marcha atrás al proyecto y aceptó que sólo trate a pacientes con problemas de alcoholismo. La capitulación ha disgustado a quienes, desde los servicios sociales del Ayuntamiento, defienden la necesidad de crear este tipo de equipamientos. La protesta de los vecinos de la calle de Entença contra la construcción de una gasolinera junto a un parque no ha conseguido, en cambio, paralizar el proyecto municipal.

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