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Ruiz-Gallardón frena la sexta universidad privada porque "no hay suelo suficiente"

La sexta universidad privada de Madrid y primera aprobada por el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón, la Camilo José Cela, ha sufrido un frenazo antes de ponerse en marcha. La Comunidad asegura que "no hay suelo suficiente" para levantarla en Villanueva de la Cañada. Por esta razon, ha dado marcha atrás en su intención de aprobar el proyecto en el pleno de la Asamblea del próximo jueves por el trámite de lectura única (sin pasar por comisión ni someterse a las enmiendas de la oposición). PSOE e IU denunciaron en su día que este procedimiento de urgencia suponía un trato de favor para la Camilo José Cela.

La mitad de los 185.000 metros cuadrados que la institución educativa San Estanislao de Kostka tiene preparados en Villanueva de la Cañada para construir el complejo docente "están calificados para uso deportivo", según un portavoz del Gobierno regional, un detalle importante en el que el equipo de Ruiz-Gallardón no había reparado. En dicho suelo, siempre según la Comunidad, no se puede levantar otra cosa que instalaciones deportivas.

El consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, se enteró del problema ayer por la mañana, en Manzanares El Real, durante la celebración del 15º aniversario de la constitución de la Asamblea de Madrid. La información le llegó de boca del propio alcalde de Villanueva de la Cañada, Luis Partida, del PP.

La intención del Ejecutivo era aprobar de urgencia la universidad para que las primeras clases se impartieran el próximo curso. Sin embargo, la Junta de Portavoces de la Asamblea, en la que el PP tiene mayoría, retirará hoy el procedimiento de lectura única.

La Camilo José Cela insiste en que su campus está dibujado sobre terrenos de uso educativo

Villapalos se encargó de informar personalmente a los grupos de la oposición sobre el cambio de planes en torno a la sexta universidad privada. Tanto el PSOE como IU habían denunciado la semana pasada "trato de favor" del Gobierno regional hacia la Camilo José Cela, así que el consejero intentó persuadirles de que no quiere discrepancias en este asunto y que prefiere un debate más sosegado. Nada les comentó de los supuestos problemas urbanísticos que, oficialmente, explican el frenazo a la CJC.La portavoz socialista en la Comisión de Educación, Carmen Ferrero, se confesaba estupefacta. "No entiendo a este Gobierno. Primero se lanzan a aprobar esta universidad de la manera que sea y a dos días del pleno descubren que no cumplen todos los requisitos. Esto es lo que se llama una chapuza", proclamó.

Ferrero advirtió que en este proceso "están ocurriendo cosas". Por lo que cree saber, hay, como mínimo, dos frentes abiertos. Y a cual más virulento. "Por un lado, el PP está dirimiendo una guerra interna a cuenta de esta universidad. Por otro, no sé si puede haber presiones de otras universidades privadas a las que no les interesa que les surja un competidor".

No las mencionó expresamente, pero parecía aludir, al menos, a dos: la Alfonso X el Sabio y la Universidad SEK de Segovia. La primera, porque comparte municipio (Villanueva de la Cañada) con el centro que se avecina; la otra, por la batalla cruenta que dirimen el presidente de la institución SEK, Felipe Segovia, y su hijo rebelde, Jorge Segovia, promotor de la universidad que arrancó este mismo curso en Castilla y León.

Las diferencias de este clan familiar han terminado escenificándose ante una audiencia insospechada, en los despachos del PSOE regional. La semana pasada, Felipe Segovia, el padre del clan, intentó convencer a los dirigentes socialistas de la bondad de su diseño universitario y de su extensa trayectoria en el mundo educativo, además de prevenirles sobre lo que podrían oír en su contra. Un día después, Jorge Segovia representaba el papel opuesto: el proyecto de su padre (y de su hermana Nieves) presenta dudas razonables sobre su viabilidad económica, vino a decir, y puede perjudicar a su centro por la confusión en torno a las siglas SEK, que ambas partes se disputan con verdadero ahínco.

A última hora, el director general de Universidades, Vicente Ortega, confirmó lo evidente: "Si se retira la lectura única, será prácticamente imposible que la CJC nazca para el curso 98-99".

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