El PSPV extremará el control en Bancaixa tras la salida de Tortosa
Los socialistas valencianos han dado por terminada la etapa de cooperación con el PP en las cajas de ahorro y extremarán los controles en Bancaixa tras la salida de Emili Tortosa de la dirección general, que consideran forzada por la nueva mayoría del PP en el consejo. El presidente de Bancaixa, Julio de Miguel, negó ayer la lectura que los socialistas han realizado de la dimisión de Tortosa e insistió en que "no fue una decisión forzada, sino personal". De Miguel reconoció que la gestión de Tortosa coincide con la etapa más brillante de Bancaixa.
Los socialistas no aceptan la versión ofrecida ayer por el presidente de Bancaixa para explicar la marcha de Tortosa. Insisten en que su salida ha sido forzada sin que existan razones económicas y de gestión que lo justifiquen. Si bien los márgenes se estrechan en el sector financiero, Bancaixa ha logrado hasta la fecha incrementar sus beneficios y consolidar un grupo financiero que, según sus responsables, es el noveno en España. El PSPV, que acusa al PP de convertir en papel mojado el pacto de estabilidad suscrito el año pasado, considera acabada la etapa de cooperación y corresponsabilidad en la política de cajas de ahorro. De momento, los socialistas han hecho explícito su desacuerdo al abstenerse en la votación del nuevo director general, Fernando García Checa, y repetirán esta acción en la asamblea general de Bancaixa del próximo día 30, que tiene que ratificar su designación. Entretanto, revisarán cuál será a partir de ahora su posición en los órganos de gobierno de las cajas valencianas. PASA A LA PÁGINA 3
El nuevo director de Bancaixa asegura que habrá continuidad con la gestión anterior
VIENE DE LA PÁGINA 1 En su comparecencia de ayer, Julio de Miguel hizo un relato somero de los acontecimientos ocurridos en la caja en las últimas 48 horas. "El pasado viernes, Tortosa me dice que quiere dejar la dirección general. Nunca antes habíamos hablado de dimisión, sino de colaboración conjunta", explicó el presidente de Bancaixa. Éste convocó un consejo de administración extraordinario el día siguiente, sábado, pese a que en principio estaba previsto que Tortosa formalizase su renuncia mañana miércoles. El proceso se acelera por el temor a que la dimisión se filtrara a los medios de comunicación ese mismo fin de semana. Según De Miguel, los candidatos lógicos a suceder a Tortosa eran Fernando García Checa, Domingo Parra y Aurelio Izquierdo. García Checa es además postulado por el propio Tortosa y el consejo se decanta finalmente por él. De Miguel recordó también algunas de las palabras que Tortosa dirigió al consejo para explicar su salida. "Consideró que era el momento de dejar de empujar directamente del carro", dijo el presidente, quien reiteró que la dimisión del que fuera empleado de la caja durante los últimos 42 años no fue forzada. García Checa, que resultó elegido con la abstención de cinco consejeros, todos ellos de la órbita socialista, dedicó sus primeras palabras a Tortosa. "Bancaixa le debe 42 años a Emilio Tortosa, en los que la entidad ha dado un salto espectacular en su balance y se ha convertido en la cuarta caja española y en el noveno grupo financiero del país. Una gran parte de mi formación se la debo a él", apuntaba ayer el director general. García Checa agradeció al consejo la confianza que había depositado en él y anunció un proceso de permanente adaptación de Bancaja; "en mayor medida, si cabe, que en la etapa anterior". En relación a su gestión futura, el directivo dijo que por una cuestión de prudencia y pragmatismo habrá continuidad con las líneas anteriores, "porque no se pueden dar saltos en el vacío", declaró. "Ahora bien", añadió, "que no se entienda como una actitud inmovilista, porque no lo será". Sobre el esfuerzo que ha hecho Bancaixa por conjugar una gestión más típica de un banco con la política social a la que se debe una caja de ahorros, García Checa apuntó que seguirá manteniendo ese mix: "No vamos a traicionar nuestros orígenes, pero también aspiramos a gestionar la caja como gestionaríamos un banco". Éste no se pronunció, sin embargo, sobre el futuro de la obra social, cuyo presupuesto supera en Bancaixa los 3.000 millones de pesetas. "El presidente ha encargado un estudio al IVIE [Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas], que estará listo a principios del año que viene", declaró sin entrar en más valoraciones. El director general se refirió, por último, a los cincos consejeros de Bancaixa que se abstuvieron cuando se votó su nombramiento el pasado sábado. "Respeto profundamente su postura y no interpreto que sea un cuestionamiento hacia mi persona", aclaró. De Miguel subrayó el hecho de que García Checa no hubiera recibido ningún voto en contra. "No quiero interpretar el sentido del voto de nadie", dijo el presidente de Bancaixa en referencia a las abstenciones, "y supongo que tendrán diferentes motivos". Acerca de la ausencia de varios consejeros del PP, De Miguel la consideró lógica, dada la intempestiva convocatoria del consejo de administración.
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