Pujol afirma que Cataluña no puede "seguir con el tira y afloja" fiscal con Madrid

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, esbozó ayer su visión de la Cataluña del futuro, un futuro que se ha convertido en eje argumental de las actuaciones del Gobierno de CiU: tanto en el terreno de las exposiciones como en el de los discursos. Cataluña no puede aguantar por más tiempo la continua negociación de "tira y afloja" con el Gobierno para obtener una mejor financiación, aseguró el presidente. Por ello, Pujol volvió a reivindicar un pacto fiscal similar al vasco, pero para el año 2001 en el marco de la conferencia Ahora es mañana, proyecto e ilusión de Cataluña.

Estado de bienestar, nuevo laborismo británico, enseñanza, sanidad... Pujol volvió ayer a remachar el clavo de su proyecto de futuro y afirmó: "En el campo económico no podemos seguir con el constante tira y afloja habitual del que sacamos provecho, pero no lo suficiente ni lo que necesitamos y a costa de un gran desgaste". Ante unas 800 personas, que llenaban el auditorio Winterthur, Pujol subrayó que es "una incongruencia" y "un contrasentido" el hecho de que Cataluña, siendo una de las comunidades más avanzadas, sea una de las peor financiadas de España y Europa. En esta línea, apuntó que la incongruencia es que "las necesidades económicas catalanas sean calculadas sin tener en cuenta los retos propios de un país desarrollado que debe competir con los países más avanzados y que es un motor muy principal de España". A su juicio, todas estas cuestiones deben ser discutidas con el Gobierno español antes del año 2001, cuando expire el actual modelo de financiación autonómica, fecha que recordó cae "de pleno" dentro de la próxima legislatura. "Cataluña, y no sólo el Gobierno de la Generalitat, deberá plantear con toda la energía una propuesta de pacto fiscal que resuelva equitativa y definitivamente esta cuestión", reiteró Pujol tal como el pasado 20 de mayo dijera en una conferencia pronunciada en unas jornadas organizadas por la Caixa de Manresa. CiU reclama un pacto fiscal de Cataluña con el Estado que acerque a esta comunidad al modelo de financiación que poseen el País Vasco y Navarra, en el que la Administración autonómica recauda los impuestos y cede una parte al Estado. En su conferencia, Pujol fijó los principales objetivos de la sociedad catalana para la próxima década, entre los que destacó la creación de una sociedad del conocimiento, de la cultura y la información, el crecimiento de la competitividad y, para ello, la mejora de las infraestructuras, el mantenimiento del Estado de bienestar y la necesidad de la cohesión nacional. En concreto, consideró necesario que Cataluña supere el promedio del PIB (producto interior bruto) europeo y pase del 98% actual al 110%, al mismo nivel de Austria o Bélgica, y que consiga para el año 2000 que la tasa de paro se acerque al pleno empleo. Pujol fue contundente al reiterar que Cataluña debe contar ya en el 2004 con las infraestructuras pendientes, como son la ampliación del puerto y el aeropuerto, el desvío del Llobregat y del Francolí y la construcción de la línea del AVE entre Madrid y la frontera francesa. El dirigente de CiU destacó también que Cataluña debe definir una personalidad colectiva y tener "una conciencia fuerte de su identidad" y aseguró que deberá "perfeccionarse" el pacto político "ambiguo" de la transición, en referencia a la reclamación del reconocimiento del hecho diferencial catalán. El objetivo básico de esta personalidad colectiva "no deben ser las reivindicaciones de Cataluña, sino las reivindicaciones sociales, económicas, políticas y humanistas del hombre catalán", dijo. Entre los asistentes a la conferencia se encontraban numerosos miembros del Gobierno catalán, dirigentes de CDC y representantes del mundo económico y empresarial como el presidente de la Cámara de Comercio, Antoni Negre, y el presidente de Freixenet, Josep Ferrer. La conferencia es el prólogo de la exposición que con el mismo título se inaugurará el próximo lunes en Barcelona, en la que la Generalitat expondrá los grandes proyectos de infraestructura para Cataluña, casi todos ellos fruto de las propuestas esbozadas en el debate del Estado de la nación por CiU y que fueron asumidas por el Gobierno del Partido Popular.