Iniciativa y Esquerda Galega consolidan su "relación estable"
Como antaño hicieron en Izquierda Unida (IU), antes de que la crisis de esta organización les lanzara fuera de ella, Esquerda Galega (EG) e Iniciativa per Catalunya (IC) ratificaron ayer en Barcelona su voluntad de aportar la respectiva "especificidad nacional" a un proyecto de izquierdas para toda España. Para ello ratificaron sus dos líderes, Anxo Guerreiro y Rafael Ribó, respectivamente, la decisión de mantener las "relaciones estables" que les unen. Tras estudiar la evolución en el ámbito general de la izquierda y en particular en el espacio político de "radicalidad democrática" que aspiran a consolidar, Guerreiro y Ribó aseguraron ayer que sus respectivas formaciones mantienen la voluntad de que los Encuentros de las Izquierdas sean "la expresión programática y política" de este espacio a escala española. Ribó indicó que IC se mantiene favorable al diálogo y la colaboración de las izquierdas "en todas direcciones". Dicho 48 horas después del congreso de los anguitistas catalanes, eso significaba que propugna también el diálogo con ellos. Entrevista con Almunia De esta colaboración entre todas las izquierdas se aprestaba a tratar hoy Ribó con el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, en una entrevista en Madrid. El líder de IC adelantó que hablarían también de conjuntar actuaciones sobre política de empleo, la reforma del IRPF, los respectivos modelos de Estado y la reforma del Senado. Guerreiro, en cambio, se mostró más receloso respecto a las posibilidades del diálogo con Izquierda Unida. La oferta realizada por Julio Anguita, dijo, "no tiene credibilidad". Para que la tuviera, afirmó, "debería explicar por qué esa colaboración con los socialistas que era una traición hace seis meses es ahora el paradigma de la izquierda". El dirigente gallego argumentó: "No estamos en un país de tontos", y por lo tanto el dirigente que como Anguita "satanizó a quienes promovían la unidad de la izquierda", como era su propio caso en Galicia y el de IC en Cataluña, "hasta destruir su propia organización", debe explicar ahora "qué ha cambiado para presentarse como abanderado de una política contraria a la que ha aplicado" sin importarle el precio. Esa explicación es especialmente necesaria, según Guerreiro, porque "el PSOE es el mismo ahora que hace seis meses" y sigue dirigido por los mismos a quienes Anguita denunciaba como "corruptos despreciables". Por si Anguita no atiende esa demanda de explicaciones, Guerreiro adelantó la suyas: Anguita se mueve por intereses coyunturales partidistas y hasta personales, y cuando le interesó que no hubiera diálogo, no dudó en destrozar a la izquierda. Ribó fue mucho más comedido y expresó su deseo de que Anguita no pida diálogo sólo con "finalidades instrumentales".
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