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Maturana y Fomento desbloquean el proceso administrativo de la "Y" vasca

Los gobiernos central y vasco dieron ayer un impulso político al proyecto de la Y ferroviaria vasca. Según anunció, el consejero de Transportes, José Antonio Maturana, Madrid sacará a información pública los estudios informativos y de impacto medioambiental que ha realizado para que los ciudadanos y las instituciones implicadas puedan presentar alegaciones. Aunque el proceso administrativo concluirá a finales de este año, aún no se ha determinado cómo se abordará la financiación de la obra.

La nueva red, en ancho europeo y alta velocidad, permitirá la conexión por ferrocarril de las tres capitales vascas. Enlazará San Sebastián con Vitoria y Bilbao en 39 y 45 minutos, respectivamente. Mientras, el trayecto de Vitoria a Bilbao durará media hora. El diseño del trazado corresponde al Gobierno vasco, al ser el competente en materia de ordenación del territorio, mientras que la financiación correrá a cargo del Ejecutivo central. La entrevista que ayer mantuvo Maturana con el ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, permitió desbloquear el proyecto, al menos en su proceso administrativo. Las cuatro cartas que le ha enviado el consejero y, de manera especial, el compromiso adquirido por el Gobierno central durante el último debate sobre el estado de la nación de cumplir los plazos y acuerdos adquiridos respecto a la "Y" vasca, facilitaron el contacto. Esta fue una de las resoluciones que planteó el PNV y que salió aprobada. El ministerio de Fomento sacará el próximo 1 de julio a exposición pública sus estudios informativo y de impacto medioambiental. Así, durante dos meses se abrirá el período de alegaciones de todas las instituciones afectadas, con lo que el proceso retoma vigor. La previsión de Maturana es que durante los meses que restan de año, y tras la fase de alegaciones, se podría fijar el trazado definitivo. "A partir de ahí", señaló, "en 1999 podríamos encargar algún proyecto de ejecución". El inicio de las obras ya es otro tema. Su coste total se estima entre los 350.000 y los 400.000 millones de pesetas, frente a los 180.000 previstos en 1989. El tramo Bilbao-Vitoria podría alcanzar los 150.000 millones de pesetas, por 250.000 millones más la red San Sebastián-Bilbao. Además de los presupuestos del Ministerio de Fomento, su titular trasladó a Maturana que se utilizarán fondos europeos, de privatizaciones e incluso cabe la posibilidad de recurrir a la iniciativa privada. La alternativa de la participación privada es algo que siempre ha estado presente en los pensamientos de los responsables políticos vascos, ante la indefinición del Ministerio de Fomento. "De momento", puntualizó Maturana, "no hemos hablado de los porcentajes que van a corresponden al ministerio, a los fondos europeos o a la iniciativa privada. Al hacerse la obra por tramos, ya habrá tiempo de fijar estas cantidades". La construcción de la Y ferroviaria vasca como parte del enlace Lisboa-Madrid-París es considerada imprescindible por el Gobierno vasco para la vertebración de Euskadi y para el correcto transporte de mercancías y de pasajeros. "La construcción de la Y no supone la modernización de nuestro ferrocarril, como ocurre en otras zonas de España, sino la supervivencia del mismo", resumió el consejero. Maturana, que en alguna ocasión ha culpado del retraso en el proceso administrativo a intereses electoralistas del PP, subrayó ayer que ese electoralismo no debería volver a interponerse. "No debería jugar una mala pasada. Se trata de un proceso administrativo que sigue su curso. El Gobierno que venga debe seguir el proyecto", insistió. Por otra parte, el ministro y el consejero también trataron otros temas relacionados con las infraestructuras vascas. En relación con la transferencia de autopistas, Arias Salgado se remitió al pronunciamiento del Tribunal Constitucional. En cuanto al túnel ferroviario del Serantes, en la Margen Izquierda, el ministro entregó al consejero de Transportes y Obras Públicas la memoria de impacto ambiental. Ahora hay que seguir con el proceso administrativo, que es similar al de la Y ferroviaria, aunque algo menos complejo. La previsión es que a mediados del año que viene esté concluido y se pueda encargar un proyecto de ejecución. El importe de esta obra se sitúa entre 7.000 y 8.000 millones de pesetas.

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