Noemí Sanín da libertad de voto a sus seguidores en la segunda vuelta a la presidencia de Colombia

ENVIADO ESPECIAL La candidata antipartido a la presidencia de Colombia, Noemí Sanín, se ha convertido en la reina de los mares. Los dos candidatos ganadores de la primera vuelta, Horacio Serpa, del oficialista Partido Liberal, y Andrés Pastrana, del opositor Partido Conservador, deberán disputar una segunda ronda, el día 21, al no obtener la mayoría absoluta el domingo.

Tres semanas, al menos, durará la regencia de Sanín, abiertamente cortejada por Serpa y Pastrana, conscientes de que el electorado de la candidata independiente puede decidir la presidencia. Pero la revelación electoral ha decidido, al menos públicamente, no respaldar ni al liberal ni al conservador. «Mal haría yo», subrayó, «en invitar a los millones de colombianos que votaron por mí, por quién votar en la segunda vuelta, porque su propia naturaleza es la independencia».

El escrutinio final perjudicó a Andrés Pastrana, que partía favorito en todos los sondeos previos, hasta con 17 puntos de diferencia, y benefició a Horacio Serpa, relegado a un segundo lugar en las estadísticas, con Sanín soplándole en la nuca. El conservador puede agradecer al cielo la victoria de Serpa porque de haber sido derrotado el liberal por Sanín, y colándose ésta en la segunda vuelta, todos los analistas la daban como presidenta de Colombia, en andas del serpismo frustrado.

Casi 20 millones de personas tuvieron derecho al voto y lo ejercieron 11 millones. Más que nunca. Con el 98% escrutado, ganó Serpa al sumar 3.634.823 votos (34,5%), casi empatado con Pastrana, que registró 3.607.945 (34,3%), y en tercer lugar quedó Sanín, con 2.824.735 sufragios, el 26,8%.