Rotundo triunfo de los reformistas anti Milosevic en Montenegro
Los reformistas de Milo Djukanovic tendrán una cómoda mayoría en el Parlamento de Podgorica tras las elecciones del domingo en Montenegro, cuyo principal derrotado es el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, que había puesto todo su peso tras el perdedor, Momir Bulatovic.
Con el 94% de los votos escrutados, el partido de Djukanovic ha obtenido el 50% de los sufragios, contra el 36% de su rival, que ha admitido la derrota. Trasladado a los 78 escaños del Parlamento, la Coalición por una Vida Mejor, de Djukanovic, tendrá al menos 40, por unos 30 estimados para los ex comunistas que acaudilla el protegido de Milosevic. La OSCE, que ha fiscalizado los comicios, los consideró ayer suficientemente limpios, con una «mejora sustancial» respecto de los presidenciales de octubre pasado.
Djukanovic, de 35 años, un ex comunista y antiguo discípulo de Milosevic vuelto contra el dictador serbio, dijo ayer a sus enfervorecidos partidarios en Podgorica, la capital, que «nuestra victoria final ocurrirá cuando la democracia venza en toda Yugoslavia» (Serbia más Montenegro).
El triunfo de Djukanovic, presidente de Montenegro (600.000 habitantes) desde enero de este año, abre un rotundo frente ideológico entre Podgorica y Belgrado y pone en cuestión la supervivencia de la federación yugoslava tal y como existe hoy y el futuro mismo de Milosevic -acosado también en Kosovo, la provincia serbia de mayoría albanesa-, cuyos poderes formales derivan de un Parlamento en el que Montenegro tiene los mismos votos que Serbia.
Ecos en Kosovo
El revés de Montenegro debilita también la posición de Slobodan Milosevic en Kosovo, donde sus fuerzas están cada vez más enfangadas en el combate contra una mayoría étnica albanesa que busca la independencia. Cientos de albaneses kosovares han llegado a Albania ayer y el domingo a través de los pasos fronterizos de Tropoje, en el norte, huyendo de los enfrentamientos de este fin de semana. La Liga Democrática, principal partido de Kosovo, acusó a ayer a la policía serbia de haber ejecutado el domingo a seis civiles en Poklek.Milosevic hizo designar hace unos días al derrotado Momir Bulatovic, como nuevo primer ministro de Yugoslavia, en un intento por elevar su perfil político ante las decisivas elecciones del domingo. Mientras Djukanovic, apoyado por Estados Unidos y la Unión Europea, hizo campaña a favor de un Estado moderno, respetado internacionalmente y libre de la dictadura de Belgrado y de 50 años ininterrumpidos de dominio de la nomenklatura comunista, Bulatovic, ex presidente de Montenegro, se centró en la unidad con Serbia a toda costa y el apoyo a un modelo vigente en Belgrado y que todos los países de la región se sacudieron hace diez años, con la caída del comunismo en Europa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.