Socialistas y conservadores de Portugal piden que se legalice la droga

La Asociación Portuguesa Antiprohibicionista, que reunió este fin de semana en Lisboa a políticos e intelectuales de todas las tendencias políticas, reclamó al Gobierno «un verdadero debate sobre las drogas» y exigió la legalización de los estupefacientes tras el fracaso de la vía represiva. El presidente de la República, Jorge Sampaio, defensor de un debate nacional sobre el asunto, abrió el congreso «apelando» a los asistentes para que «tuvieran en cuenta los éxitos y los fracasos de las políticas desarrolladas hasta el momento, procurando siempre un consenso nacional».

La segunda autoridad del país, el presidente de la Asamblea de la República, Almeida Santos, defendió «la legalización de las drogas y su distribución gratuita bajo control del Estado». Almeida Santos, con un hija fallecida a causa de los estupefacientes, explicó que «si las drogas fuesen libremente adquiridas en las farmacias o en los centros de profilaxis, garantizándose su calidad, se evitarían millares de muertes por sobredosis o adulteración de estas sustancias». «Si los consumidores pudiesen tener acceso a drogas baratas, o prácticamente gratuitas, dejarían de robar o cometer delitos para poder comprarlas», dijo Almeida.

El ex ministro de Salud del anterior Gobierno -conservador-, el médico Paulo Mendes, explicó: «Si tuviese un hijo heroinómano, la primera cosa que haría sería tener droga buena en casa para dársela. Es lo que llamamos la reducción de riesgos, y eso es lo que nosotros, los médicos, hacemos con el alcohol».

El ex ministro de Salud defendió «la despenalización del consumo, la legalización de la marihuana y la medicalización de las drogas duras. En su opinión, «Portugal debería seguir el ejemplo holandés, con la implantación de los coffee shops, y aceptar una actitud más tolerante, como la española, que permite la plantita particular en el jardín».