Banesto remata en Arrate

También en montaña Abraham Olano progresa. Hasta se adivina en su comportamiento una cierta comodidad que le permite cambiar de ritmo (sin exagerar) en subida. O eso, al menos, pareció apreciarse ayer en la Subida a Arrate, la última etapa de la Bicicleta Vasca, que le valió ganar la carrera. Eso, mejora en la montaña, y una progresiva puesta en funcionamiento del equipo Banesto, que hizo un magnífico trabajo de control (espléndido Peña, el granadino que hace un año se rompió el fémur en la Dauphiné). Bjarne Riis, que el día anterior en la contrarreloj que le valió a Olano para agarrar el liderato pareció reservarse, resucitó (no ganaba nada desde hace un año) y ganó la etapa. Otro banesto, Garmendia, terminó segundo en la general. Jalabert, tercero.Igual que en 1997, parece, pero diferente. "Éstas son las virtudes del descanso", le dicen en su equipo a Olano. Al guipuzcoano, nervioso por naturaleza, desconfiado incluso de sus capacidades,la única respuesta que se le ocurría cuando no rendía a la altura que esperaba era entrenar más y más. Ése fue su deseo tras la Vuelta al País Vasco; eso mismo intentó tras la Vuelta a Asturias, lugar en que saltaron las alarmas del equipo. Sin embargo, hizo lo contrario, dejó que su cuerpo asimilara todo el trabajo que había hecho antes (pese a pesar más que el año pasado, su porcentaje de grasa es bajísimo, del 6.9%, lo que evidencia un mayor trabajo de musculación), y el reposo entregó sus dividendos, tal y como ya apreció hace una semana cuando estuvo recorriendo las etapas de los Pirineos del próximo Tour.

No así a Jalabert. El francés del ONCE-Deutsche Bank, el máximo favorito antes del comienzo (de hecho ganó tres etapas), sufrió la desgracia de un pinchazo en la contrarreloj. Aunque sólo cedió 27 segundos, esa distancia le obligaba a una táctica agresiva en la última etapa. Pero desde el comienzo se declaró incapaz. Resistió en el grupo de favoritos guiado por Peña, pero no tuvo fuerzas ni para lanzar un ataque, ni para responder a los de Riis u Olano. Jalabert, que se declara en estado creciente de nerviosismo según se acerca el Tour, su única asignatura pendiente, declaró ayer que había terminado la carrera "muy cansado, sin fuerzas". Su problema no es tanto un fallo de preparación como la gripe con la que llegó a la carrera, lo que le obligó a tratarse con antibióticos. El francés, sin embargo, es optimista: "He trabajado mucho esta carrera, y eso me va a venir bien para el futuro. Ahora, a descansar".

Olano también piensa descansar, pero antes, desde el miércoles, reconocerá los puertos de los Alpes del Tour y el sábado correrá la Clásica de los Alpes. hasta la Volta a Cataluña (última semana de junio) no volverá a competir. Ullrich, una de las curiosidades de la Bicicleta Vasca (mostró en la contrarreloj que está cogiendo la forma y ayer no se empleó en la Subida), seguirá corriendo en España, hasta el jueves en Castilla y León.

Vuelta a Castilla y León

La Vuelta a Castilla y León dará comienzo hoy con una etapa en línea entre las capitales palentina y leonesa, informa Francisco Forjas. La prueba constará además de otras cuatro etapas entre las que destaca la segunda con final en el Alto del Morredero, al que se accede después de 170 kilómetros y otro puerto de segunda, Focebadón. Sin embargo, el vencedor final podría decidirse en el segundo sector de la última etapa, una contrarreloj individual de 16 kilómetros por los alrededores de Valladolid.La Vuelta a Castilla y León cuenta con las mejores expectativas de su historia, ya que se espera la participación de Riis y de Ullrich, y entre los corredores españoles estarán Escartín, Garmendia y el vencedor de la pasada edición, Casero. Será una de las mejores participaciones de la historia y ello viene motivado sobre todo por el cambio de fechas ya que hasta ahora se había disputado pasado el Tour.