La visión de un mundo oculto
JOSU BILBAO FULLAONDO La impecable sala de exposiciones que el Archivo de Álava tiene junto al campus universitario de Vitoria, presenta una serie de obras fotográficas hechas por Imanol Marrodan (Bilbao, 1964). Este creador multidisciplinar manifiesta constantemente una inquieta tendencia a la experimentación e investigación de las formas plásticas. Por ello, no resulta extraño que sus resultados hayan iluminado numerosas paredes de galerías de arte, y tampoco, que varios museos del País Vasco cuenten en su colección obras por él realizadas. La exposición se recoge en un fino catálogo que ofrece ciertos datos sobre las características de las fotografías y el autor. Se titula Mundos invisibles y, de manera paradójica, deja ver aspectos de un mundo, oculto a la mirada del extraño, que Imanol lleva dentro de sí. Los trabajos que presenta han sido realizados entre 1994 y 1997 y manifiestan etapas diferentes de su expansión artística. El primero de ellos está representado por un conjunto, una unidad con tres elementos. Se trata de una enorme panorámica en blanco y negro del muro de contención de un pantano, está realizada en tomas independientes que luego se han unido de forma irregular la una a la otra. En el suelo, al pie de ella, numerosos libros apiñados en una línea cóncava forman una segunda barrera a la que antepone la radiografía de un esqueleto a tamaño natural. Es una agrupación de cosas dispares entre sí, con pretensión de escultura, que busca la unidad en su significado y la llama El límite latente. Bien podría denominarse confín secreto o el final de la escapada, pero no deja de ser una muralla de autoprotección exagerada. Un gesto de pudor que, al amparo de un velo de tres capas, quiere ocultar las dudas del autor ante la creatividad. Un segundo bloque de fotografías, también en blanco y negro, data de 1996. Dentro de él, no resulta fácil establecer alguna unidad de criterio que no sean las características físicas o la expresión de algún sentimiento oculto del fotógrafo. Lo que denomina El transformador de percepciones, es la imagen de un transformador eléctrico de grandes dimensiones sobre el que aparece un tubo de neón encendido, de color rosa, con forma de corazón, que impone cierto vértigo; lo mismo ocurre con Algo sobre la memoria, donde seis conos metálicos parecen bombardear un apacible paisaje marino; y así en toda una serie donde líneas y textura resulta inquietante. Son imágenes que no tienen una conexión clara entre ellas. Son resultado de la proyección de dos negativos superpuestos sobre un papel baritado, que después de revelado se le ha sometido a un virado en tono selenio. Algo que quiero entender como un homenaje a la diosa de la noche, dueña de los mundos ocultos, la que la mitología griega denomina Selene y personifica la Luna, que con su manto plateado confiere un grado de invisibilidad transparente a paisajes de construcción inanimada que reflejan la inquietud íntima que nuestro autor acarrea. El tercer y último trabajo se denomina Proyecto:pasajero. Es un bloque de más de 1.500 retratos en color de gentes desconocidas que Imanol ha tomado al azar, en la calle, con una cámara de formato universal, despreocupado del escenario que se ve cercenado por un rostro en primer plano. Sobre este impresionante número de imágenes, unidas y proyectadas a modo de película cinematográfica, ha realizado una nueva y única fotografía donde se concentra la suma de todos los individuos. El resultado es un espacio indefinido. Sobre un fondo verde grisáceo aparece una figura difuminada, las líneas externas que la envuelven recuerdan a una cabeza humana donde destaca el tono oscuro de lo que puede ser el pelo y los ojos sobre el color rosáceo de lo que se imagina piel. Puede ser el rostro de la nada y del todo, algo que no existió, pero que está recogido en un plano bidimensional. Aparte de las especulaciones filosóficas que pueden promover este ensayo icónico, el atrevimiento de este autor certifica una vez más que la naturaleza fotográfica deja abiertas todas las puertas a la imaginación creativa.
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