Los críticos del PSOE no quieren a independientes al frente de las candidaturas

En los pocos lugares en los que se había pensado en independientes para encabezar candidaturas del PSOE para las elecciones municipales y autonómicas ya prácticamente se ha descartado. El proceso de las primarias abierto por Joaquín Almunia, que llevó a la victoria a José Borrell, ha provocado el resurgimiento de los sectores en el PSOE y el rechazo a las figuras sin carné. La corriente más izquierdista, cuyo peso fundamental recae en los guerristas, se opone a que esas listas municipales y autonómicas sean encabezadas por independientes. De esta idea participa Izquierda Socialista.

Las rencillas detectadas en la elección de los candidatos socialistas llevó ayer a José Borrell, candidato a la presidencia del Gobierno, a hacer un llamamiento a sus compañeros de partido para que "no se desnaturalicen las primarias" utilizándolas para otros fines distintos a aquél para las que deben servir: la elección del mejor candidato. Borrell rechazó en Gijón que se intente "medir los apoyos que cada uno tiene dentro del PSOE". Advirtió así contra la tentación de que las primarias se puedan utilizar para "balizar los territorios políticos dentro del partido socialista". Pero los críticos se resisten a que los independientes encabecen las listas.La ex ministra de Cultura Carmen Alborch, independiente, era, hasta que se produjo la competición entre Almunia y Borrell, la candidata para el Ayuntamiento de Valencia. Ya no lo es. El eurodiputado José María Mendiluce será previsiblemente rechazado mañana como candidato a la alcaldía de Madrid. Tampoco es militante. Incluso el sector recién nacido que se considera estrictamente seguidor de Borrell se muestra comprensivo ante quienes dicen que hay muchas personas valiosas en el partido para ser cabezas de lista sin tener que acudir a los independientes.

Algunos ministros de Felipe González entendieron en su momento que sin hacerse militantes poco podían hacer para que se les considerara con un compromiso auténtico. Cristina Alberdi ingresó en el PSOE y también por disciplina aceptó hace unos meses la presidencia de la Federación Socialista Madrileña con el objetivo de encabezar la lista al Ayuntamiento o a la Comunidad. Una vez que se cerró el pacto con Nueva Izquierda para que Cristina Almeida fuera la candidata para competir con Ruiz-Gallardón (PP), Alberdi dio un paso atrás y defendió con ahínco la decisión del aparato. Se ha quedado fuera.

En estos momentos los dos sectores del PSOE articulados en Madrid irán previsiblemente con candidatos distintos a las primarias. El sector oficial y mayoritario apoya a Joaquín Leguina como candidato al Ayuntamiento. En el otro lado se sitúa una plataforma que se creó como apoyo a Borrell y que tiene voluntad de pervivencia. Esta estructura está formada por los llamados borrellistas, cuyas cabezas visibles son Pedro Sabando y Francisco Ramos. La corriente Izquierda Socialista es otra parte del grupo, junto al sector guerrista, liderado por José Acosta, que supone el grupo mayoritario. Un grupo de alcaldes del sur de Madrid cierra este sector, que reúne el 47%, de los votos de Madrid y que se ha dado de plazo hasta mañana para lanzar a un candidato al Ayuntamiento para oponerlo a Leguina.

Mendiluce no es militante

Cada uno de estos grupos se reunió ayer por separado. No llegaron a ninguna conclusión, aunque sí pusieron de manifiesto que Mendiluce, al que reconocen muchos méritos y cualidades políticas, no debería ser su candidato porque no es militante del PSOE. José Acosta lo dijo con toda claridad: "No se trata de decir Mendiluce sí o no, sino que para el Ayuntamiento el PSOE tiene que presentar a un militante del partido", informa F. Javier Barroso. De la misma opinión participa Izquierda Socialista, y aunque los llamados borrellistas apostaban en un primer momento por Men-diluce, son conscientes de que carecen de votos para imponerlo. Sobre todo cuando lo más importante para todos ellos es consolidarse frente a la mayoría.La corriente crítica Izquierda Socialista propone para la alcaldía uno de sus miembros, Manuel de la Rocha, aunque éste no ha mostrado demasiada disposición. El ex ministro de Exteriores Fernando Morán es su segunda opción. Los guerristas, mientras, daban varias vueltas a todos los nombres posibles: Morán, Mendiluce, Matilde Fernández y Cristina Narbona. La mayoría acogieron con gran estusiasmo el nombre de la ex secretaria de Estado de Medio Ambiente. Pero Narbona se ha apresurado a comunicarles que no aceptaría tal encargo.

Mientras, el crítico Juan Barranco, ex alcalde Madrid, anunciaba a este periódico su próxima retirada y su autoexclusión de la candidatura para el Ayuntamiento. No volverá a presentarse.

Alfonso Guerra, en otra entrevista a EL PAÍS, advierte: "A mí no me callan ni muerto". Más información en Domingo