Almunia condiciona su reunión con Aznar a preacuerdos sobre la justicia y el Constitucional

El secretario general socialista, Joaquín Almunia, condiciona su reunión con el presidente del Gobierno, José María Aznar, a que la cobertura de las cuatro vacantes del Tribunal Constitucional, pendiente de negociación entre La Moncloa y el PSOE, quede "trillada" y a una respuesta del Ejecutivo a la propuesta de reforma de la Justicia que personalmente entregó a Aznar hace tres meses y medio. Aznar anunció una "próxima entrevista" con Almunia hace once días. Miguel Ángel Rodríguez dijo ayer que el encuentro está sin cerrar "por problemas de agenda".

Las relaciones entre José María Aznar y Joaquín Almunia no son fáciles. El secretario general del PSOE está escaldado de las cuatro reuniones anteriores. No quiere una nueva sin resultados. Así se lo ha hecho saber al propio Aznar, a través de intermediarios, de tal manera que la fecha barajada por La Moncloa, el 18 de junio, ha quedado postergada indefinidamente.Dos asuntos impiden en este momento, a juicio de los socialistas, una celebración inmediata del encuentro entre Aznar y Almunia, anunciado en Túnez por el presidente del Gobierno hace once días: la cobertura de las vacantes del Tribunal Constitucional y el diálogo bloqueado en torno a la reforma de la Justicia.

En el caso del Constitucional se califica de "impresentable ante la opinión pública", desde fuentes socialistas, que Aznar y Almunia se reúnan sin poder ofrecer a la salida un "acuerdo o preacuerdo" en una materia empantanada desde febrero. Cuatro magistrados cesantes están pendientes de sustitución desde ese mes. Su elección, que se realizará en el Senado, está condicionada a un acuerdo entre el Gobierno y el PSOE. El Ejecutivo reclama tres puestos por uno del PSOE. Aunque el Gobierno, dada su mayoría absoluta en el Senado está dispuesto a quedarse con dos puestos siempre que uno vaya a los nacionalistas, los socialistas se niegan a pactar si no logran la igualdad a dos.

Desde el último encuentro entre Aznar y Almunia, en La Moncloa el 17 de febrero, en el que se abordó la cuestión, las delegaciones del Gobierno y el PSOE no han avanzado nada. La pasada semana, Almunia dirigió a Aznar una carta en la que le responsabiliza del bloqueo al no atender La Moncloa, según aduce, las demandas de reunión de los socialistas para que la negociación progrese. Era una réplica a la declaración de Aznar desde Túnez, donde insinuó que el responsable del bloqueo es el PSOE. En su escrito, Almunia acusó a Aznar de "faltar a la verdad".

El segundo obstáculo para la reunión procede de la falta de respuesta del Gobierno a la propuesta de reforma de la Justicia elaborada por la dirección socialista. El citado 17 de febrero, Almunia, en su última entrevista con Aznar, le entregó un documento en ese sentido y le pidió una contestación.

El PSOE no ha hecho pública su proposición, en la que plantea una serie de cambios legales entre cuyas finalidades se halla la de poner trabas a los denominados juicios paralelos.

Según fuentes socialistas, Almunia no está dispuesto a reunirse con Aznar si antes no ha obtenido "una respuesta meditada a una propuesta presentada hace tres meses y medio". Una propuesta que, recuerdan, trata de responder al primer problema de la Administración española, tal y como muestran las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y ha reconocido esta semana el propio presidente.

Otro motivo de disgusto de Almunia con Aznar procede de la ausencia también de "una respuesta seria" a la propuesta de modelo autonómico que el PSOE entregó al Gobierno en marzo con la pretensión de avanzar hacia el acuerdo en un tema de Estado. La única contestación ha sido, indica, una descalificación pública de la misma por parte del portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, y el coordinador del PP, Ángel Acebes, que la llamaron "bodrio", tras un efímero intento de diálogo entre el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, y el secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui.

No obstante, Almunia no hará cuestión del tema autonómico. Lo que sí pretende es que, antes de reunirse con Aznar, queden "trillados" a través de los cauces establecidos los dos temas que considera urgentes: los mencionados desbloqueos respecto al Tribunal Constitucional y la reforma de la Justicia.