Borrell apoya la tesis de Arias-Salgado sobre la tercera pista y Colom pide a Pujol que se defina

Nuevas voces se añadieron ayer a la polémica sobre la tercera pista de El Prat, y todas coincidieron en reclamar que se tome de una vez la decisión. José Borrell acusó al Ministerio de Fomento de no decidir nada y a Jordi Pujol de decidir demasiado y querer quedar bien con todo el mundo, lo que, al final, se traducía en la parálisis. Borrell defendió que la pista se sitúe a 1.350 metros, la misma tesis defendida por el ministro Rafael Arias-Salgado. Colom, que discrepó en la distancia, coincidió en pedir una decisión urgente y dijo que ésta debe tomarla Jordi Pujol.

El candidato a la Presidencia del Gobierno por el PSOE, José Borrell, afirmó que AENA tiene, desde 1994, el dinero para la tercera pista del aeropuerto de Barcelona, pero que no puede construirla por la falta de decisión en Cataluña. En opinión de Borrell, "el problema es que Cataluña tiene un Gobierno que no gobierna, porque gobernar quiere decir decidir", y además, mientras no se construya la pista, CiU tiene "motivos para ir a quejarse de que existe una conspiración en Madrid contra Barcelona". Borrell aseguró que el Gobierno de la Generalitat es incapaz de decidir sobre la tercera pista del aeropuerto y se dedica únicamente a "marear la perdiz, dice que sí pero no, quiere quedar bien con todo el mundo y es incapaz de hacer frente a su responsabilidad porque no quiere asumir un grado de impopularidad". El ex ministro de Obras Públicas añadió que pasó lo mismo con la variante entre Cervera e Igualada. Borrell mostró su conformidad con la propuesta hecha por el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, de que la tercera pista esté a 1.350 metros de la segunda. El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno aseguró: "Si yo tuviera que escoger daría prioridad al funcionamiento efectivo del aeropuerto. El impacto ambiental tampoco sería tan fuerte y se podría recrear artificialmente". La tesis de Borrell recibió poco después el espaldarazo de Andreu Mas-Colell, catedrático de Economía y director del Centro de Investigación en Economía Internacional de la Universidad Pompeu Fabra, quien manifestó ayer su inquietud por el retraso de la ampliación del aeropuerto como consecuencia del conflicto entre las tres administraciones implicadas. En su opinión, la Administración local afectada y los grupos ecologistas están ejerciendo un protagonismo excesivo y precisó que que la posición del Ministerio de Fomento es la que consideraba más acertada. Mas-Colell se mostró también partidario de segregar el aeropuerto de El Prat de la organización estatal y de su posterior privatización. Àngel Colom, presidente del Partit per la Independència (PI), coincidió con ambos en la urgencia de la decisión, pero discrepó sobre la ubicación de la pista. En opinión del dirigente independentista catalán, la preservación del medio ambiente es un factor determinante y los estudios actuales señalan que es perfectamente posible aceptar la propuesta de los ayuntamientos de Barcelona y El Prat y construir la pista a 1.035 metros para que el impacto sobre las lagunas sea mínimo. Colom acusó al Gobierno catalán de no promover el pacto entre las partes catalanas, lo que permitirá exigir a Arias-Salgado el cumplimiento de su promesa de asumir la decisión e iniciar las obras. El presidente del PI aseguró que la próxima semana escribirá a Pujol para decirle que la decisión sobre la tercera pista debe ser tomada antes de siete días. Colom aseguró que su defensa de la opción defendida por los ayuntamientos se basa en el informe realizado por la comisión técnica creada al efecto, en el que se afirma que la distancia no es un factor determinante para la capacidad del aeropuerto y la seguridad de los vuelos. Este informe fue entregado a las partes (municipios, Generalitat y Fomento) la pasada semana. En el mismo se defienden cuatro propuestas y se analiza muy someramente el impacto ambiental de cada una de ellas. Estas propuestas son la de los municipios (1.035 metros) y la Generalitat (1.190 metros) -ambas exigen un nuevo sistema de radar más preciso que los actuales-, y dos de Fomento, ambas defendiendo la pista a 1.350 metros. La primera tiene un considerable impacto sobre la laguna de El Remolar, pero la segunda propuesta, con una pista más corta, tiene un impacto similar al de la pista que propone la Generalitat. Esta distancia no exige un nuevo sistema de radar. Borrell no precisó cuál de estas pistas apoya.