Ruiz-Gallardón autoriza por ley al SEK la apertura de la sexta universidad privada

La institución educativa San Estanislao de Kotska (SEK) está a un paso de materializar una aspiración que anhela desde hace varios años: poner en marcha una universidad privada en la Comunidad de Madrid. El Consejo de Gobierno regional aprobó ayer, con extraordinaria celeridad, el reconocimiento de este proyecto, que ya sólo se encuentra a la espera de superar el trámite de su aprobación en la Asamblea de Madrid. La institución SEK radicará su campus en Villanueva de la Cañada bajo el nombre del escritor y premio Nobel Camilo José Cela.

La sexta universidad privada de la región (después de la Pontificia de Comillas, la San Pablo-CEU, la Antonio de Nebrija, la Alfonso X el Sabio y la Europea) llevará el nombre del autor de La familia de Pascual Duarte. La Universidad Camilo José Cela se extenderá sobre una parcela de unos 100.000 metros cuadrados en la urbanización de Villafranca del Castillo, donde la institución SEK ya cuenta con un centro de educación secundaria de prestigio reconocido. El escritor de Iria Flavia (A Coruña) no percibirá ninguna compensación económica por la utilización de su nombre, según fuentes de la institución. A cambio, la universidad dispondrá de una cátedra permanente para el estudio de su obra.Parte de las instalaciones actuales del SEK, hasta un total de 10.552 metros cuadrados, se reutilizará para fines universitarios, mientras que otros 9.268 metros serán de nueva edificación. La sociedad se ha constituido con un capital inicial de 300 millones de pesetas.

Sin entusiasmo

Aunque aún falta la aprobación en la Cámara regional y el ulterior refrendo de los planes de estudios, el proceso de reconocimiento de la nueva universidad ya ha entrado en fase de aceleración. El Consejo de Universidades informó favorablemente del proyecto el pasado viernes, con 13 votos a favor y cuatro abstenciones en su comisión de coordinación (de la que forman parte los consejeros autonómicos de Educación). La acogida a la Camilo José Cela fue, en cambio, bien poco entusiasta en la comisión académica, donde obtuvo cuatro votos favorables, uno en contra y la abstención en bloque del medio centenar de rectores de toda España.A renglón seguido, el Ejecutivo de Ruiz-Gallardón ha forzado la máquina para que el tema se ventilara en la primera reunión del Consejo de Gobierno, pese a que en la propia consejería de Educación se daba por hecho que este trámite se retrasaría al menos una semana (su titular, Gustavo Villapalos, formaba parte del séquito regional que recorrió tierras israelíes desde el domingo pasado hasta el miércoles por la noche). Ahora, los dirigentes regionales confían en que la Asamblea vote el reconocimiento de la Camilo José Cela antes de que acabe el actual periodo de sesiones, a finales del mes de junio.

El presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, se mostró ayer convencido de que la sexta universidad privada podrá comenzar su andadura para el próximo curso, el 1998-1999. A este respecto, un portavoz de la institución confirmó: "Nosotros estamos preparados para empezar en cuanto lleguen todas las autorizaciones aún pendientes".

La Universidad Camilo José Cela, la primera que nace en Madrid desde que las competencias en la materia pasaron a manos del Gobierno regional, prevé contar con unos 3.600 alumnos cuando se encuentre consolidada. Por el momento, sus promotores se conforman con arrancar con sólo ocho titulaciones (Periodismo, Publicidad, Ciencias Audiovisuales, Ingeniería Informática, Ingeniería Técnica de Informática de Gestión, Ingeniería Técnica de Informática de Sistemas, Arquitectura y Magisterio, en su especialidad de Educación Infantil). Con el tiempo se irán incorporando a esta oferta otros ocho títulos: Psicología, Pedagogía, Psicopedagogía, Arquitectura Técnica y otras cuatro especialidades educativas (Educación Física, Educación Especial y las diplomaturas de Logopedia y Educación Social).

El director general de Universidades, Vicente Ortega, reconoció que su departamento "se juega una parte de prestigio" con la gestación de la Camilo José Cela, que él contempla con simpatía. "Sus promotores son gente seria, razonable y con una tradición ya centenaria", enumeró. Por ello, Ortega atribuyó a "un ejercicio de hipocresía y conservadurismo" el recelo con que se ha acogido en círculos académicos la incorporación del SEK al mapa universitario madrileño. "Los rectores encarnan proyectos asentados y tienden a rechazar todo lo que llega de nuevo. Es una reacción humana, pero con esa mentalidad no se ensayaría ningún modelo novedoso de enseñanza", reflexionó.