Los colombianos temen que las elecciones traigan más inestabilidad

Muchos colombianos piensan que lo que está en juego en las presidenciales del domingo es la opción entre dos futuros para el país: uno luminoso y otro aún más oscuro que lo vivido en los últimos cuatro años. Lo que reina hoy es la incertidumbre. Esto se refleja, en algunos sectores, en un afán por aprovisionarse de víveres y de dólares. Los estantes de los supermercados -sobre todo en los barrios residenciales de esta capital- están semivacíos, y en las casas de cambio es constante la solicitud de dólares, sometidos a fuerte presión alcista. «La situación es compleja pero no crítica», dijo el presidente de la Asociación Bancaria, Aramando Montenegro, quien no se explica muy bien el motivo de tanta alarma.Según Montenegro , es posible que se tranquilice el mercado del dólar cuando se elija a un nuevo presidente y se anuncie una política clara en materia económica. «Entonces los inversionistas sabrían a qué atenerse». Según las encuestas, Noemí Sanín, la candidata independiente, es la que más confianza despierta en el sector de empresarios e inversionistas. El que más reservas genera es el liberal Horacio Serpa.

Por esto y porque Noemí sigue subiendo en popularidad, en las filas de Serpa, el candidato continuista, donde hasta hace no mucho reinaba sólo el triunfalismo, reconoce hoy que la situación «está difícil». La Niña, como se llama a Noemí Sanín, podría dejarlos fuera para una segunda vuelta.

Otro factor que genera incertidumbre es el del orden público. Ayer el presidente Ernesto Samper y varios de sus ministros viajaron a Barrancabermeja, puerto petrolero en la rica y conflictiva zona de Magdalena Medio, para aplacar los ánimos de una población que exige al Gobierno respuesta sobre la suerte de 32 personas desaparecidas desde hace casi 15 días, cuando un grupo paramilitar incursionó en las barriadas más pobres.

El conservador Andrés Pastrana criticó duramente el uso de medios oficiales para hacer promesas políticas.