Túneles

El alcalde de Madrid ha puesto toda su confianza en la política de construcción de túneles como remedio al caos circulatorio.La propaganda municipal se empeña en convencernos de algo que los hechos desmienten día a día. Inasequible al desaliento, propone no ya sólo túneles, sino además autopistas subterráneas de lado a lado de la ciudad. Nos preguntamos qué interés tendría la comunidad en destinar recursos públicos, en la forma que sea, para una infraestructura de esta naturaleza, que tendría como única finalidad hacer más cómodo el desplazamiento de los automovilistas cuya pretensión es recorrer la ciudad de punta a punta, bajo tierra. ¿Es que el metro no cumple ya esta finalidad? ¿Por qué no dan la vuelta a la ciudad utilizando las vías de circunvalación existentes? ¿Es que no contamos con una magnífica dotación de cercanías de Renfe?

Mientras el señor alcalde desarrolla la política del "espeleólogo" y sueña con una u otra excavación, nosotros suspiramos con tener un alcalde que oriente más su política hacia los viandantes y hacia los usuarios de los transportes colectivos de viajeros.

El problema no es que falten túneles, es que sobran vehículos. La alternativa no es dejarse llevar por las exigencias del mercado de producción y consumo. La alternativa está en una concepción de ciudad basada en la persona, en el ciudadano, en el vecino.-