Que me expliquen

Sigo diariamente las opiniones de Joaquín Merino sobre las podas realizadas en Madrid y otros lugares de España, y con esta carta sólo pretendo animarle a seguir por la senda arbolada de la defensa de nuestros indefensos troncos, porque eso es lo que queda de un árbol cuando sus ramas caen sin remisión al suelo para justificar los sueldos de mucha gente. Ya no nos quedan argumentos a los sensibles, siguen torturando a las plantas, siguen cortando; todo parece que en este país nos gusta "capado", raquítico y controlado. Nos da miedo ver un árbol protector dando sombra y aire limpio a nuestras vidas, podría ser un elemento subversivo y desmadrarse, echar demasiadas hojas al suelo y hasta provocar alguna alergia. Miren las aceras de nuestras ciudades con esos mutilados sin ramas, vean la carretera de Extremadura y los jardines que la bordean a la altura de Campamento y que me expliquen los "profesionales" del Ayuntamiento y de las comunidades de vecinos qué daño han hecho esos seres vivos para que les tengan que cortar sus ramas cuando estaban esperando la primavera para ofrecernos sus hojas tiernas y sus flores.-