Un escrito con 6.500 firmas solicita que el "negro de Banyoles" no sea repatriado

La entidad Amigos de los Museos de Banyoles ha remitido al ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, una carta apoyada por 6.500 firmas en la que se pide al Gobierno español que reconsidere su decisión de repatriar a Botsuana el cuerpo del bosquimano que se exhibía en el Museo Darder de la capital del Pla de l"Estany. La asociación quiere que el guerrero permanezca en Banyoles a disposición de los estudiosos.

El guerrero disecado fue retirado de la exposición pública en marzo del año pasado, a raíz de una campaña iniciada en 1992 por el médico de origen haitiano Alphonse Arcelin. El guerrero permanece guardado en el almacén del museo, mientras se mantienen bloqueadas las negociaciones entre los gobiernos de España y de Botsuana para preparar la repatriación. El alcalde de Banyoles, Joan Solana, accedió a retirar de la exposición pública al bosquimano después de que lo aconsejara un informe de la Unesco. El estudio recomendaba la incineración, la inhumación o la repatriación del guerrero. Solana rechazó en principio la última de las posibilidades, pero se mostró dispuesto a aceptarla tras recibir "presiones" del Ministerio de Asuntos Exteriores español. Solana puso, sin embrago, una condición: que Arcelin retirara la demanda presentada contra el Ayuntamiento de Banyoles, requisito que el médico no ha cumplido. El contencioso llegó al Supremo a mediados del pasado mes de marzo y desde entonces la asociación Amigos de los Museos de Banyoles ha llevado a cabo una campaña de recogida de firmas a favor de que el guerrero disecado del Museo Darder se quede en la ciudad del lago. Los promotores de la campaña proponen que el bosquimano permanezca a disposición de los estudiosos, sin que ello implique volver a exponerlo al público, e incluye un informe sobre el valor histórico del bosquimano, disecado a finales del siglo pasado.