Saab encara su crisis con una inversión en nuevos modelos
La empresa Saab Automóviles anunció ayer en Gotemburgo (Suecia) la decisión de invertir una suma superior a los mil millones de coronas (aproximadamente 20.000 millones de pesetas) en la producción de nuevos modelos. De esta manera, aplicando la máxima de que la mejor defensa es el ataque, Saab espera dar la vuelta a una situación desfavorable que le ha significado una acumulación de pérdidas desde 1990 hasta hoy de aproximadamente 12.000 millones de coronas. La empresa espera que la tendencia actual conduzca a que en 1999 la división de automóviles empiece a dar ganancias.Cuando en junio del año pasado Saab lanzó al mercado su modelo 9-5, los analistas de la industria dieron a entender que se trataba de "la última oportunidad". Si el 9-5 no respondía a las expectativas, la intención de la empresa era liquidar la división de automóviles del consorcio.
Saab pertenece a la denominada esfera Wallenberg, que reúne al grupo de empresas más poderosas de Suecia, y desde 1990 General Motors es propietaria del 50% de la rama de automoción.La inyección anunciada permitirá, según los directivos, una colaboración más estrecha con General Motors, lo que supondrá, entre otras cosas, abaratar costes al aumentar la producción en la fábrica de Gotemburgo.
La mayor parte de la nueva inversión se realizará en la fábrica de Trolhättan, próxima a Gotemburgo, donde se está fabricando un nuevo modelo de la serie 9-5, el 9-3, un tipo de combi que se espera presentar en la Feria de París, en septiembre próximo. Se estima que se crearán de inmediato un centenar de nuevos puestos de trabajo, y la empresa anunció la necesidad de 200 ingenieros.
