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Gil prestó 100 millones sin intereses a su "número dos" para que comprara una urbanización de lujo

El alcalde de Marbella, Jesús Gil, admitió ayer que le prestó 100 millones de pesetas al primer teniente de alcalde, Pedro Román, para comprar los terrenos de la urbanización Marbella Sierra Blanca, medio millón de metros cuadrados valorados ahora en más de 4.000 millones. Gil afirma que no es ilícito que Román "reciba de su amigo, el alcalde, 100 millones en concepto de préstamo sin intereses". El objetivo de ese favor era que el teniente de alcalde cubriera "las necesidades más perentorias" de la propietaria de los terrenos. Ambos pactaron fijar un calendario de pago a largo plazo si la empresa se salvaba. Gil puntualiza que el Ayuntamiento de Marbella nada tiene que ver con la operación.

El alcalde, aun admitiendo que la situación económica de Pedro Román -denunciada por el PSOE- pasó en estos años de precaria a multimillonaria, se pregunta: "¿Es delito que, además de ser concejal y sin mezclar para nada al Ayuntamiento, [Román] pueda seguir desarrollando su trabajo de promotor de más de 20 años?". Gil señala que el consistorio no tiene ninguna relación con la operación inmobiliaria de su concejal porque la ordenación urbanística actual es la acordada por el anterior consistorio, de mayoría socialista. Para el regidor marbellí, la bonanza y revalorización de los terrenos del municipio se deben al trabajo de sus siete años de gobierno local, que permitieron a Román "ganar un dinero lícitamente, ya que puede comprobarse que en este tiempo se están construyendo las mejores mansiones conocidas". Gil asegura que fue él mismo quien ordenó cobrar las antiguas deudas municipales que mantenía la urbanización de su concejal, unos 95 millones, y que se saldaron en 1997. El PSOE ha pedido a Román que explique cuánto dinero pagó por la urbanización Marbella Sierra Blanca y cuál fue la forma de pago, después de que el edil reconociese haber adquirido medio millón de metros cuadrados de terrenos en 1992, un año después de ser elegido concejal por el GIL. Los socialistas han pedido la comparecencia pública de Román para responder a estas cuestiones aportando documentos, ya que ponen en duda que pudiese comprar la urbanización con un salario de 1,5 millones de pesetas, que "gana mensualmente del Ayuntamiento y de la Diputación". El número dos del GIL, que tiene a su chófer como administrador único de la sociedad, no desveló el precio que pagó por la lujosa urbanización. El concejal afirmó que las acciones de la sociedad inmobiliaria las adquirió con aportaciones propias, de familiares y amigos, Gil entre ellos. Los socialistas recordaron al primer teniente de alcalde la obligación que tienen los concejales de declarar en el Registro de Intereses los bienes que poseen al asumir el cargo y las modificaciones que se producen hasta su cese. El concejal del GIL indicó, al admitir la propiedad de la urbanización, que la empresa inmobiliaria se encontraba en una situación de caos económico. El alcalde señala que él no dejará de ser promotor inmobiliario por ser munícipe y que no mezcla sus negocios con el Ayuntamiento. Además, él construye un edificio a pie de playa. "Está autorizado y se pagó la licencia con las compensaciones altísimas que me pusieron los socialistas y comunistas cuando estaban en el poder", agregó.

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