Los sandinistas buscan el cambio sin renunciar al mando de Ortega
El congreso de la renovación se ha convertido en el congreso de la reelección. La asamblea del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) comenzó ayer. En menos de 48 horas se debatirán los cambios en las estructuras y el ideario político de un partido que ha quedado solapado por la necesidad de reelegir a Daniel Ortega como secretario general. Varias figuras históricas del FSLN se negaron a participar en este congreso. El fantasma de los escándalos sexuales de Daniel Ortega planea sobre los 580 delegados.Los sandinistas abordan esta importate cita con poco presupuesto, algo de desorganización y múltiples bajas. Pese a todas las dificultades, el Frente pretende cambiar su rostro para postularse con posibilidades reales en las elecciones presidenciales del año 2001. Sin embargo, va a haber, en realidad, pocas novedades significativas.
En las asambleas locales precongresuales las bases han apostado por el continuismo de nombres e ideas. No sólo el ex presidente de Nicaragua y comandante de la revolución, Daniel Ortega, sigue siendo el único líder posible, sino que el antiimperialismo y la revolución socialista figuran como eje del proyecto histórico del FSLN.
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