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Una consultora que controla obras de la Ciudad de las Artes fue creada después de la adjudicación

Una de las empresas consultoras que tiene encomendadas labores de supervisión y control de las obras de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia fue constituida casi dos años después de la adjudicación de los primeros proyectos. Se trata de Imaring, una sociedad limitada que ha supervisado la construcción de L"Hemisfèric y realiza la misma labor en el Museo de la Ciencia y en al menos otra obra de menor entidad del complejo promovido por la Generalitat. La primera adjudicación de obras de la Ciudad de las Ciencias y en concreto las de L"Hemisfèric data de los primeros meses de 1995. La empresa Imaring, SL, fue constituida con dos millones de pesetas de capital en septiembre del año 1996 por el ingeniero de caminos Miguel Buj Galán, que tiene la mayoría de las acciones, y su socio Rafael Ferrero Molina. Pero esta no es la única curiosidad de la relación que esta mercantil y su principal accionista mantienen con la empresa Ciudad de las Artes y las Ciencias, SA (Cacsa). Miguel Navarro, director de esta empresa de capital público asegura que Miguel Buj no trabaja para Cacsa, pero Buj puede ser localizado habitualmente en su sede, en el centro de Valencia. Así lo confirmó ayer una secretaria, quien informó a EL PAÍS de la imposibilidad de hablar con el ingeniero dado que se encontraba "de viaje". Navarro considera normal que el técnico acuda a la sede de la empresa con regularidad. Pero fuentes del sector han comentado que Buj tiene tarjetas de visita en las que aparece como representante de Cacsa y que "habla en nombre de ésta con las adjudicatarias". Además, en reuniones técnicas se presenta como "ingeniero coordinador de todo el proyecto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias", según otra fuente del sector de la ingeniería. De esta manera, Buj tendría una doble relación con la Ciudad de las Ciencias, extremo que Miguel Navarro niega al señalar que el ingeniero es contratado -a través de su consultora- por las empresas adjudicatarias de las obras. Navarro considera normal esta relación por la cual el responsable de controlar la calidad de la obra que paga Cacsa cobra -entre el 1,5% y el 2%- precisamente de la constructora a la que debe controlar. También señala que en este caso hubo un acuerdo entre ambas partes para que Imaring supervisara el proyecto. Según Navarro, que defendió la "experiencia" de Buj y la capacidad de su empresa, Cacsa cuenta con otras empresas consultoras. La oposición socialista relacionó ayer a Buj con los problemas surgidos entre Cacsa y el autor de la mayor parte de los proyectos de la Ciudad de las Ciencias, el ingeniero Santiago Calatrava. También mostró sus dudas respecto a la idoneidad de la empresa y de la capacidad del propio Buj para supervisar el proyecto. "Qué méritos ha aportado [Buj] para hacerse con ese contrato?, ¿qué resultados ofrece?", se preguntó un edil del PSPV. La respuesta a la segunda pregunta la da un consultor conocedor del proyecto: "Desviaciones presupuestarias, retrasos en la ejecución de las obras y hasta goteras el día de la inauguración de L"Hemisfèric", hace unas semanas.

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