Los municipios exigen negociar el proyecto de ley del agua

La Federación de Municipios de Cataluña se reunió ayer en Barcelona para analizar, entre otros asuntos, la situación que se deriva del proyecto de ley del agua. El Gobierno catalán tiene previsto iniciar la tramitación parlamentaria la próxima semana, de forma que la ley esté en vigor el 1 de enero de 1999. Pretensión que, en palabras del presidente de la FMC, Manuel Mas, es una imprudencia. La reunión de ayer puso de relieve la diversidad de motivos por los que los alcaldes están contra la ley. Aceptan que les gusta la música, pero rechazan la letra del articulado que ha hecho el Ejecutivo. En la reunión destacó la abierta oposición del ayuntamiento de Lleida. Su representante recordó que la zona se abastece de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que tiene pantanos en Aragón. Los beneficiarios de este abastecimiento ya pagan los tributos correspondientes y creen que la ley, con su redacción actual, haría que tuvieran un doble gravamen, y por cantidades que, en el caso del regadío, serían notablemente gravosas para los campesinos. No menos opuesta a la redacción del proyecto de ley es la posición de los municipios de las tierras del Ebro, que ven con recelo la posible desviación hacia otras áreas de recursos que consideran necesarios para ellos. Los alcaldes del área metropolitana, por su parte, insistieron en que la ley tiene un carácter uniformizador en lo referente al tratamiento del agua que casa mal con la diversidad de casos que se dan en Cataluña. Equiparar los problemas de abastecimiento y depuración de agua en las poblaciones con alta densidad del área metropolitana con los de zonas rurales con necesidades de agua para regadío es un sinsentido, dijeron los representantes de estos municipios. También provoca una fuerte oposición el texto cuando, sin precisarlo, permite interpretar que el precio del agua acabará siendo fijado por la futura agencia del agua. Los alcaldes entienden que se trata de una competencia local que no puede ser usurpada por el Gobierno de la Generalitat. Pese a las diferencias, Manuel Mas precisó que cree que la voluntad de diálogo acabará imponiéndose, sobre todo si se asume que en este asunto las prisas no son buenas consejeras y que hay que aparcar la idea de que la ley tiene que ser aprobada antes de fin de año. Medio ambiente En la reunión también se fijó la fecha y el contenido del primer Congreso Catalán de Medio Ambiente y Municipios, que se celebrará en Barcelona los días 28, 29 y 30 de septiembre. La primera jornada estará dedicada a la noción de sostenibilidad. El segundo día se destinará al análisis del ciclo del agua, con sesiones de trabajo sobre el recibo, la reutilización y la gestión integrada y su relación con la organización territorial. Los residuos serán el tema de debate en la última jornada.