Pastrana aplaude la dimisión del responsable de la UGT malagueña

En UGT se apuesta por el refrán "al enemigo, puente de plata". La dimisión presentada por el secretario general de UGT en Málaga, Juan Antonio Triviño, fue acogida ayer con satisfacción por la cúpula de la organización andaluza. Y es que la marcha voluntaria de Treviño da un giro a la crisis malagueña, saldada con el aplazamiento del congreso regional. Significará "un paso importante" para que esta organización recupere la "normalidad", indicó el secretario general de la UGT andaluza, Manuel Pastrana. Sin embargo, la cúpula regional continuará sus trabajos dirigidos a poner orden en esta unión provincial, ya que el caos surgido, consideran, ha estado "motivado" por una falta de entendimiento entre algunos responsables de la organización que ha destapado una virulenta refriega entre Triviño y el líder del sector crítico y secretario de la Federación de Servicios Publicos, Francisco Povedano. La solución final vendrá tras la celebración del congreso malagueño y la elección del nuevo secretario general. La otra cara de la moneda la protagonizaron ayer Sevilla y Cádiz. Los delegados ugetistas de estas dos provincias respaldaron de forma mayoritaria, y con total normalidad, la continuidad de Isidoro Romero y Carlos Dorante, respectivamente. Manuel Pastrana respaldó la continuidad de estos dos sindicalistas, destacándolos como los representantes del momento que atraviesa actualmente la UGT, de "estabilidad interna muy importante, que tras los avatares ha conseguido centrarse en sus fines; intentar mejorar", según Pastrana. La UGT Sevilla, la tercera delegación más importante a nivel estatal, respaldó con 60"14%, un porcentaje menor del esperado, el tercer mandato de Romero. Este garantizará "continuidad" en las líneas marcadas en la organización confederal y regional, pese a la oposición representada por dos de las 12 federaciones asistentes, la de transporte y Fetese. Sus delegados fueron los únicos opositores en un congreso carente de sorpresas.