Poca agua, mucha pizza

Los gráficos sobre consumo de agua, teléfono y comida rápida se descontrolaron el miércoles en Madrid durante la final de la Copa de Europa. Los ciudadanos utilizaron masivamente la línea telefónica para cantar el gol. Según datos de Telefónica, hubo 18.000 llamadas en el descanso del partido, que aumentaron a 20.000 en el momento del gol. Al final del encuentro, sobre las 22.30, 46.000 familias tomaron el auricular, frente a las 22.000 que usaron el teléfono el día anterior a la misma hora.El fútbol también influyó en el consumo del agua: al comienzo del partido casi nadie visitó la cocina ni el aseo. Sin embargo, miles de madrileños abrieron grifos y tiraron de cisternas durante el descanso y dispararon el consumo hasta en cinco metros cúbicos por segundo, el mayor "subidón" del año registrado en un periodo de tres minutos. Este aumento fue "espectacular", según responsables del Canal de IsabelII, ya que en partidos como los que disputan Real Madrid y Barcelona el máximo aumento es de tres metros cúbicos por segundo.

Los motoristas de los establecimientos de comida rápida realizaron un 70% más de viajes que cualquier otro miércoles, mientras que los restaurantes facturaron alrededor de un un 80% menos de lo habitual. "Hubo restaurantes de hasta 200 mesas que sólo atendieron a cuatro comensales", apunta Ignacio Cabello, presidente de la Asociación Madrileña de Empresarios de Restaurantes y Cafeterías. Los establecimientos de los alrededores de la capital tuvieron menos actividad que los situados en el distrito Centro. Pero la caída en picado se remontó después del partido en las cafeterías que rodean Cibeles, sobre todo las de venta de bocadillos. La victoria madridista abrió el apetito de la afición.

El día del espectador también se chafó en la mayoría de cines y teatros de la región, que perdió un 60% de la taquilla habitual en "los miércoles baratos". Los servicios de urgencias médicas, que trabajaron a destajo después del partido, apenas realizaron asistencias importantes durante los 90 minutos del encuentro. El 112 registró un 35% menos de llamadas que en días anteriores a la misma hora.