Los expertos proponen "pensar" como los constructores góticos antes de rehabilitar

La clave a la hora de encarar la restauración de una catedral gótica es conocer con exactitud milimétrica su proceso constructivo, es decir, hay que disponer de su historial clínico antes de intervenir. Ésta es la coincidencia generalizada entre los expertos que participan en el I Congreso sobre Restauración de Catedrales Góticas, que se inició ayer en Vitoria y se prolongará hasta el sábado. Ésta es la dinámica que se ha impuesto en la última década, que huye de los parcheos para afrontar los trabajos con un carácter integral.

"¿Nuevos procedimientos en restauración? La biblia es no intervenir sin tener muy claro cuál ha sido el proceso constructivo de la catedral", explicó ayer uno de los 33 expertos que toman parte en el congreso. Consideran necesario saber y comprender cómo ha sido construido el edificio etapa por etapa, piedra por piedra, antes de intentar rehabilitarlo ya que muchos de los problemas que se pueden apreciar en la actualidad en este tipo de templos encuentran su explicación en los retoques acometidos de manera parcial en anteriores etapas. El congreso, organizado por la Diputación Foral de Álava, servirá como marco de presentación del plan director para la restauración integral de la catedral vieja, la de Santa María de Vitoria, el edificio histórico más importante de la ciudad, que desde 1994 está cerrado al público. Este templo está siendo analizado desde entonces piedra a piedra por más de 70 especialistas, divididos en 25 equipos de trabajo, para determinar los males que le aquejan. El trabajo, que es novedoso en el mundo de la restauración, permitirá a este torturado enfermo salir de la UVI y, al menos, caminar con muletas, según describen los especialistas. El profesor de la Universidad de Lovaina (Bélgica) Koenrad Van Balen, que intervino para explicar algunos aspectos estructurales de las catedrales góticas belgas, destacó la trascendencia de "aprender del pasado" para que la restauración culmine con éxito. "Es muy importante", dijo, "la sensibilidad y los conocimientos basados en la experiencia de las personas que se encargaron de la construcción. Para ahorrar dinero en la rehabilitación de una catedral, hay que gastarlo en conocer cómo se hizo". Además de coincidir con esta teoría, que se ha impuesto en la última década, el prestigioso restaurador italiano Giorgio Croci añadió que el respeto al valor arquitectónico debe considerarse como una condición predominante y, por lo tanto, "las formas, configuraciones, materiales, modelos estructurales y conceptos originales deben modificarse lo menos posible". Según Croci, este requisito es especialmente pertinente en las catedrales góticas, en las que el modelo estructural y el concepto arquitectónico están "fundidos hasta el punto de no poder diferenciarse". Antes de las reflexiones técnicas de los expertos, el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cantabria José Ángel García de Cortázar describió el contexto en el que aparecen las catedrales góticas: "Los ciudadanos se jugaban su salvación eterna si no ayudaban a financiarlas". ¿Hay un componente de desafío en esas catedrales? Según García de Cortázar, sí. "Cada ciudad quería hacer una iglesia mejor. Ese desafío acabó llevando a la ruina a más de una urbe".