Xàbia paraliza las obras de un puerto que se construye sin licencia
El Ayuntamiento de Xàbia ha paralizado las obras del puerto deportivo de la empresa Nou Fontana en la zona del Arenal. La concejal de Urbanismo, Toñi Sebastià, explicó ayer que la promotora carece de licencia municipal. La edil resaltó que no tiene constancia de que el proyecto se haya adecuado al estudio de impacto medioambiental, por lo que persiste el peligro de que se salinice el acuífero de la principal zona agrícola del municipio.
La empresa afectada por la paralización anunció que presentará un recurso contencioso-administrativo contra la decisión del Ayuntamiento. La mercantil Nou Fontana reinició hace dos semanas las obras del puerto, que tiene cabida para 150 amarres. Tras comenzar los trabajos a finales de diciembre, la empresa los suspendió provisionalmente a raíz del conflicto surgido con el Ayuntamiento, que entonces pidió la paralización de las obras a la Consejería de Obras Públicas, ante el temor de que pudieran producirse filtraciones de agua salada al acuífero del Pla, que abastece la principal zona agrícola del municipio. Ahora el Ayuntamiento ha paralizado directamente las obras al entender, como comentó ayer la concejal de Urbanismo, Toñi Sebastià, que es necesaria la licencia municipal, que la empresa aún hoy no tiene. Sebastià indicó, además, que ella no tenía "conocimiento de que el proyecto de la Marina se haya adecuado al estudio del impacto medioambiental". Por lo tanto, todavía no se ha descartado el riesgo de salinización del acuífero. La discusión sobre la necesidad de licencia de obras ha sido una de las principales diferencias que han mantenido el Consistorio y la empresa. No obstante, la Consejería de Obras Públicas se pronunció, como precisó ayer Sebastià, hace 15 días sobre esta cuestión y avaló la postura del Ayuntamiento al reconocer que para estas obras es necesario el permiso municipal. La promotora argumentaba que, como la concesión de los terrenos, que finaliza el 28 de julio, corresponde a la consejería, este organismo era el que tenía que autorizar las obras. El Consistorio ha tenido que nadar contracorriente, toda vez que en una comisión de gobierno de diciembre eximió a la empresa de licencia de obras. Luego, sin embargo, al recabar la opinión de un catedrático en Derecho Administrativo, el Ayuntamiento cambió de postura. De hecho, advirtió Sebastià, "la licencia es la única vía del Ayuntamiento para controlar que esa obra se hace correctamente". Además, agregó, la empresa tiene que pagar las tasas del mismo modo que hace cualquier promotor. A pesar de todo, la edil de Urbanismo manifestó que está "convencida de que esa obra tiene salida, pero siempre dentro del margen de la legalidad". El Ayuntamiento también arguye que existen irregularidades en la prórroga de la concesión de esos terrenos al entender que esa decisión no era competencia de Obras Públicas, sino del Consell. De ahí que haya presentado un nuevo contencioso-administrativo contra la consejería. El proyecto de Nou Fontana comprende también la construcción de apartamentos, otro motivo de fricción con el Ayuntamiento. La promotora pidió mejores condiciones de edificabilidad que las que establece la normativa urbanística local. Incluso un sector del PP presentó una propuesta para aumentar la volumetría de proyectos con atractivos turísticos como éste. Sin embargo, el alcalde, Juan Moragues, y la concejal de Urbanismo, ambos también del PP, se opusieron a la aprobación del primer proyecto que presentó la empresa y que preveía más viviendas de las permitidas en el planeamiento. La promotora lo ha adaptado después a la normativa de Xàbia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.