Alicante acoge una muestra de dibujos y pinturas de Benjamín Palencia

Una muestra de los dibujos, acuarelas y pinturas de Benjamín Palencia (Barrax, 1894-Madrid, 1980), se expone desde ayer y hasta el próximo 14 de junio en la sala de la Diputación de Alicante, situada en la calle Mayor de la ciudad. El pintor, que conoció a los más famosos artistas de la vanguardia de su tiempo, se formó autónomamente, y su obra está hoy repartida en los principales museos de arte contemporáneo del mundo. Algunos de sus dibujos, que son los bocetos de sus cuadros, presentan en ocasiones una clara influencia picassiana; sin embargo pronto evolucionan a un estilo personal que modela las siluetas con fuerza, confiriendo volumen a las figuras. En 1923 publicó su serie de dibujos sobre los niños en la Biblioteca Índice. Su obra ha sido definida como intimista, como "un canto a la alegría", cosa que se percibe especialmente en la realizada con plumilla, rotuladores, lápices de colores o cera. No sigue una línea marcada en sus trabajos, sino que la fórmula estriba en la variedad de matices y sugerencias que ofrece. En 1915 Palencia conoció a Juan Ramón Jiménez, poeta a quien se atribuye el descubrimiento de su pintura, y a partir de 1917 traba amistad con Ucelay, Cossío y Salvador Dalí. En 1925 participó en la Exposición de Artistas Ibéricos que promocionaron Juan de la Encina y Guillermo de la Torre. En su evolución artística abarcó desde el surrealismo de los inicios, representado en cuadros del tipo Las dos cabezas, hasta esa forma peculiar de ver el paisaje español que encontramos en Tierras o en Paisaje vasco, obras llenas de un colorido intenso y apasionado. Benjamín Palencia creó en 1941 la Escuela de Vallecas, un intento de revitalización del arte español, y en 1973 es nombrado académico de la Academia Real de Bellas Artes de San Fernando. En 1978 ingresó en la de Bellas Artes de San Jorge, en Barcelona, y ese mismo año recibió la Medalla de Oro al Mérito Artístico.