Yo soy Rocío y tengo parálisis cerebral

El Instituto del Lenguaje y la Comunicación de Sevilla ha decidido editar el libro Yo soy Rocío, en el que la protagonista y autora cuenta las ventajas de vivir en una silla de ruedas. Rocío de los Reyes nació con parálisis cerebral hace 24 años y escribrir este libro le ha llevado 24 meses a golpe de cuello porque ella no puede usar las manos para coger un lápiz. Dibuja los trazos sobre el papel con un cabezal unicornio, "que es como un casco de moto" al que se incorpora el bolígrafo. A pesar de todo, su libro es optimista. Cuenta pequeñas o grandes anécdotas de su vida, por ejemplo cuando fue a unas jornadas en un pueblo de Lérida organizadas por la asociación de minusválidos a la que pertenece. "Allí coincidí con un chico, también minusválido, que hacía unos movimientos extraños que indicaban que estaba nervioso. Después su cuidador me dijo que estaba loquito, que quería sentarse conmigo en el desayuno o que le diera un autógrafo porque yo ya había salido en la televisión. Yo le dije, pero Dios mío, si yo no soy nadie, pero fue muy emocionante". En el libro, Rocío dice que quiere demostrar a los andantes que todo el mundo puede ser igual aunque algunos vayan en silla de ruedas. Ella, incluso le ve ventajas. "En Semana Santa no te duelen los pies por estrenar zapatos nuevos, te libras de hacer faenas de la casa y no te cansas si tienes que hacer cola en un sitio". Pero resta independencia. Ella lo sabe y, aunque tiene libertad, es consciente de que si quiere irse a vivir sola necesitaría "muchos medios, tanto materiales como humanos". Rocío saltó a los periódicos hace unos años porque perdió la beca de estudios y revolucionó a todas las instituciones hasta conseguir que se la repusieran. Este año se la han denegado por llegar tarde. "No puedo quejarme. Cuando llevo la razón, la llevo, pero esta vez asumo que fue culpa mía". No importa. Sus estudios van viento en popa. Está en 4º de Administrativo y su ilusión es llevar la administración de una empresa "no muy grande para que no haya que trabajar mucho", bromea. Pero a lo mejor, con este libro ha descubierto otra vocación. "A mí me gusta escribir, me surgió la idea y todo el libro está lleno de anécdotas que me han pasado a mí". Y aún se reserva una sorpresa: está escribiendo otro libro pero no quiere avanzar nada. Por ahora todo es secreto, como su vida personal que guarda con celo de las intromisiones de la gente. Pero el tesón de esta estudiante le ha proporcionado una pequeña fama que hoy se acrecentará con la presentación de su libro a la que asistirá el consejero de Educación, Manuel Pezzi. Un texto que también tienen en la Zarzuela porque aprovechó una recepción de la Reina para entregárselo. Una foto en el salón de su casa inmortaliza ese momento. Pero a quien de verdad espera que le sirva la lectura de sus experiencias y de sus pensamientos es a todos los padres que tengan un hijo con alguna minusvalía. Desde luego el tono optimista y vital que vierte en el texto no está destinado a alimentar lamentos ni depresiones. La estatua de la Libertad El mismo ánimo con el que ella empieza cada día desde por la mañana. Va al instituto Aben Besso tres días a la semana y al colegio donde tiene el apoyo de los logopedas el resto de los días. Esta ruta diaria no es la única que ha marcado su vida. "He tenido la suerte de viajar mucho por todas partes y he ido a Nueva York porque tengo familia allí". Aquí también tiene tres hermanas que le han ayudado desde que era pequeña pero la dedicatoria de su libro ha sido para su madre porque sus cuidados fueron siempre mucho más importantes. La pasión de Rocío de los Reyes tiene el color verdiblanco del Betis. "¿No se nota?", pregunta. Un poco. En el libro cuenta que la estatua de la Libertad que visitó en Nueva York es verde, para que quede claro, "porque en las películas no se aprecia". La foto que ilustra el libro de esta estudiante presenta a una autora rubia que choca con la imagen actual. Lo explica: "Es que yo soy muy radical, o rubia o morena", dice riéndose.