SABROSA VISITA
En su primera visita oficial a Cantabria, el príncipe Felipe de Borbón recibió ayer la medalla de oro de Caja Cantabria y descubrió en sus instalaciones una placa conmemorativa y un busto en bronce de su bisabuelo el rey Alfonso XIII. Éste, en el verano de 1905, colocó aquí la primera piedra del Monte de Piedad, edificio dependiente de la caja que lleva su nombre y dos años después volvió a Santander a presidir su inauguración. El heredero de la corona agradeció la distinción otorgada por la entidad, que celebra ahora el primer centenario de su fundación, y se sintió muy complacido por revivir y reforzar los vínculos iniciados entonces por la familia real. En el centro cultural el príncipe clausuró luego una convención de jefes de obras sociales de las cajas de ahorro españolas. Finalmente, fue agasajado con un aperitivo a base de productos autóctonos: empanadas, mariscos, anchoas, quesos y dulces, rociado con el llamado cóctel del centenario, elaborado con miel, orujo y nata pasiega. Tres horas después, el príncipe retornaba a Madrid.
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