La ejecutiva de IU se encierra 24 horas para replantear su papel en la izquierda andaluza
"Vamos a vomitarlo todo". Con esta metáfora escatológica resume un miembro de IU de Andalucía el sentido de la reunión de la ejecutiva que se celebra hoy en Priego de Córdoba, donde se prevé que la federación se replantee la crisis interna que arrastra desde las elecciones de 1996. El escenario es bastante complejo: las encuestas no le son favorables, las negociaciones con el PSOE están salpicadas de obstáculos y, para colmo, la CUT, el socio más radical de IU, se distingue al reunirse en solitario con los socialistas. Las presiones sobre su líder, el jornalero Juan Manuel Sánchez Gordillo, para que abandone la alcaldía de Marinaleda podría provocar el plante de esta formación.
Aunque son muchas las expectativas generadas entre la militancia para abordar de una vez por todas la estrategia que seguirán en la comunidad, algunos sectores se muestran bastante escépticos, pues en otras ocasiones similares, a la hora de la verdad nadie se ha atrevido a verbalizar las críticas. El mismo coordinador regional, Antonio Romero, ha esgrimido este argumento cuando los periodistas le han preguntado por determinados conflictos. Como ejemplo, sirva lo ocurrido hace sólo tres días: tras el debate en el Parlamento andaluz sobre los vertidos de Aznalcóllar, varios miembros de la federación censuraron en los medios de comunicación -aunque sin dar nombres- el papel que desempeñó el portavoz circunstancial, Manuel López Calvo, pero los reproches no se repitieron en los órganos de dirección. Este hecho dio pie a una respuesta desafiante del coordinador: "¿Desacuerdo y malestar interno? ¿dónde? ¿en los periódicos? Estamos celebrando una reunión de la comisión permanente y todas las intervenciones han sido favorables". Para esta ejecutiva, los principales actores jurán que no será así. El punto más importante a clarificar en la reunión, que se prolongará todo el día, es el diálogo de la izquierda. Cada vez surgen voces más significativas en favor de propiciar conversaciones con los socialistas, necesidad que ya casi nadie cuestiona, pero la batalla se pierde en el planteamiento de la estrategia. Según uno de los dirigentes -quien subraya la falta de objetivo de la dirección andaluza de IU, que califica de "errática"- la disyuntiva es la siguiente: "Julio Anguita ha hecho un ofrecimiento al PSOE desde la dignidad, no desde el pelotilleo, ésa es la diferencia". Ataques a Romero La afirmación no esconde un disparo en la frente a Antonio Romero por mantener en los mismos términos la oferta de colaboración con el PSOE después de que esta formación suspendiera la reunión prevista, con el razonamiento de que Romero se repartió con la alcaldesa de Málaga, la popular Celia Villalobos, los puestos del consejo de administración del puerto de Málaga que corresponden al Ayuntamiento. Los ataques a Antonio Romero ponen de manifiesto que el coordinador no ha logrado consolidar su liderazgo en la federación, pese a que lleva dos años en el puesto. Un sector bien diferenciado le acusa de no haber desarrollado en este periodo una política andaluza, volcado en la tarea local de conseguir la alcaldía de Málaga. Ahora debe remontar esta carencia, una vez desechada su nueva nominación en favor de Rafael Rodríguez. La segmentación tiene como máximo exponente los caminos distintos y distantes de la cúpula de IU y el grupo parlamentario. Este último, a cuyo frente está el ex coordinador Luis Carlos Rejón, se sitúa al margen de los criterios de la dirección -centrada en las movilizaciones sociales extraparlamentarias-, y además, sin cohesión, ya que López Calvo, uno de los miembros de más peso, es un hombre del coodinador Romero. El anuncio de Anguita en el sentido de que descarta dejar la secretaria general del PCE, añade otra vuelta de tuerca al difícil equilibrio interno. El cambio obliga a revisar su estrategia a algunos dirigentes que tenían la vista puesta en Madrid. A las dificultades crónicas de IU y PSOE en Andalucía para sentarse a hablar, hay que sumar ahora la sombra de Nueva Izquierda (NI), con quien los socialistas madrileños han pactado presentar a Cristina Almeida para la presidencia de la Asamblea de la Comunidad. Mientras algunos opinan que el acuerdo sorpresivo clarifica "por fin" las intenciones de NI, otros piensan que levanta otra barrera más que salvar para lograr la apuesta emblemática en las próximas municipales: la alcaldía de Córdoba. Aún está por despejar qué harán los otros ex socios: Los Verdes y el CAI (Colectivo Andaluz de Izquierda). De momento, Los Verdes están llevándose sus concejalías a los grupos mixtos. La Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), la pequeña formación que dirige Juan Manuel Sánchez Gordillo y que pasa por la izquierda al propio PCA, buscó sus propias señas de identidad hace unas semanas y se reunió en solitario con el PSOE. No es un secreto el malestar de la CUT por el pertinaz empeño de que Sánchez Gordillo, diputado andaluz, deje la alcaldía de Marinaleda para cumplir los estatutos internos, que prohíben simultanear dos cargos públicos. Algunos sectores alertan acerca del peligro de un posible "zapatazo" de este partido. Aunque minoritaria, la CUT -por su disciplina y la activa participación de sus militantes- ayuda a poner y quitar cargos en IU. Su ausencia terminaría por derribar el castillo de naipes de la estructura organizativa de IU.
Otra tarjeta de invitación
Desde las pasadas elecciones autonómicas, IU y PSOE no han dejado de cruzarse tarjetas de invitación para llegar a puntos de acuerdos. En todos los casos, unas horas antes del encuentro o consumadas de tres a cuatro rondas de idas y venidas, la intentona acaba por saltar por los aires. Ayer, el vicesecretario regional del PSOE, el malagueño José Asenjo, le devolvió un mensaje de cortesía a la última tarjeta enviada por Antonio Romero, quien dice que va a proponer a Manuel Chaves la unión de la izquierda. Pero la letra pequeña de la respuesta no induce al optimismo. Según informa Efe, Asenjo ha declarado que "acogerá toda oferta sincera y sin trampas". "Estamos acostumbrados a propuestas con trampas para a priori contar con el rechazo del otro, si es de verdad y quiere un acuerdo de la izquierda, debe ser sincero y abrir el camino al diálogo hasta ahora imposible, básicamente por la actitud de IU, que hace ofertas de entrada inaceptables". El dirigente socialista añadió: "Si IU hace una oferta de diálogo será para no continuar con su línea, ya que cuando el PP queda en minoría, siempre encuentra la muleta de IU, lo que lleva a la duda de la sinceridad de sus propuestas (las de IU)". Recordó que "los acuerdos entre el PP e IU para dejar al PSOE fuera de muchos sitios o para quitar alcaldías socialistas". José Asenjo restó importancia al enfrentamiento reciente por la designación de los vocales de los consejos de administración de las autoridades portuarias.
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