Invidentes
Somos un matrimonio de invidentes totales. Nos sentimos impotentes ante toda clase de barreras arquitectónicas y, en este momento, la que más nos preocupa es la de las cabinas telefónicas de último modelo. Están elevadas del suelo mediante un tubo de un metro de altura. Este pie de plataforma la sujeta por un lado, dejando libre la parte baja de dicha plataforma. El bastón no detecta la cabina y el cuerpo choca contra ella. Los golpes en el rostro contra los afilados paneles, encontrados de frente, son superiores a nuestro valor.Este tipo de cabinas son abundantes en la calle, limitando nuestros movimientos en aceras estrechas, y son nefastas en el metro, próximas a las escaleras, donde el accidente puede ser mucho más grave, de lo cual tenemos experiencia.-
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