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La muerte reina en la Ruta de la Plata

Cuando los emperadores romanos nacían en Itálica, la vida era tranquila. La Ruta de la Plata unía las oscuras tierras del norte, donde aún quedaba el recuerdo de los fieros astures, con el Mediterráneo. Emerita Augusta -la actual Mérida- e Itálica brillaban como estrellas principales de una gran constelación. La Ruta de la Plata, a su paso por las cercanías de Mérida e Itálica, es ahora un lugar de horror. Esa inevitable y pausada carnicería en que parecen convertidas las estadísticas de accidentes de tráfico tiene en la carretera N-630, la llamada Ruta de la Plata, un lugar de honor. En sólo cuatro días -entre los pasados lunes y jueves- murieron en la N-630, a su paso por el término municipal de Guillena (Sevilla), 11 personas en tres accidentes. Llovía sobre mojado. Porque los accidentes son constantes en el tramo que atraviesa Guillena y trazan un lento goteo de muerte. Esta vez, la sangre ha desbordado el vaso. Guillena y el resto de las localidades de la comarca del Corredor de la Plata han gritado basta. Los alcaldes exigen el arreglo y el desdoblamiento urgente de la N-630. El alcalde de Guillena, Justo Padilla, se reunió ayer con sus homólogos de El Garrobo, El Ronquillo y Salteras. Los alcaldes acordaron entrevistarse con el ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, la próxima semana para exponerle el problema e instarle a ejecutar las obras de desdoblamiento. "Los accidentes se podrían haber evitado si se hubiera hecho el desdoblamiento de la carretera de la Ruta de la Plata. La N-630 es la carretera con mayor número de accidentes de España", explica el alcalde de Guillena. La N-630 une Gijón y Sevilla, pero es a partir de Mérida donde se incrementan de forma espectacular las estadísticas mortales. "Uno de los sitios donde hay siempre retenciones es Las Pajanosas, que es una pedanía de Guillena. Los domingos, la gente sale a la Sierra Norte Occidental, cuya única vía de comunicación es la N-630 y las retenciones de tráfico son enormes", señala Padilla. El alcalde explica que muchos de los muertos proceden de la comarca. Hace unos años el equipo de fútbol de El Ronquillo siguió los pasos de dos escuadras legendarias -el Torino y el Manchester United- y la mayoría de sus componentes engrosó la lista de la muerte. Nueve futbolistas del conjunto de El Ronquillo murieron en un accidente en la N-630. "El mayor peligro se da en el tramo que hay entre El Ronquillo y Sevilla. Ahora sólo hay un carril a cada lado. Con el desdoblamiento habría dos carriles a cada lado", indica el alcalde. Sin embargo, los responsables de tráfico achacan los últimos accidentes mortales a los conductores. "Todos los accidentes han sido por negligencia o distracción de los conductores. Ningún accidente ha sido por fallo de la calzada. Se va a mucha velocidad. Hay muchos alcores y toboganes", resume un portavoz de la Guardia Civil de Tráfico de Sevilla. "Además, estos días ha coincidido la lluvia. La gente circula a la velocidad habitual, como si el pavimento estuviera seco. Y esto también influye en los accidentes. Pero, en definitiva, todos han sido por negligencia de los conductores", concluye este portavoz de la Guardia Civil de Tráfico. Según esta tesis, el fin de la sangría sólo podrá propiciarlo la prudencia de los conductores. De momento, nada apunta a que el ansiado desdoblamiento vaya a ejecutarse en breve. Los proyectos de dos tramos que se quieren mejorar estarán terminados en los próximos meses de julio y septiembre. Luego, será el Ministerio de Obras Públicas el que deberá ponerse manos a la obra. El alcalde de Guillena dirigió ayer su mirada hacia arriba y suspiró. Era su manera de decir que si no hay un cambio de actitud tajante, el desdoblamiento de la N-630 va para largo.

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