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Suharto regresa hoy a un país sumido en el caos

Lo que empezó hace tres días como una pacífica manifestación estudiantil, se ha transformado en las últimas dos jornadas en algo que desafía cualquier intento de clasificación. Tiene parte de protesta política, parte de pillaje y parte de limpieza étnica. Yakarta vive en tensión desde el martes cuando seis estudiantes murieron por disparos de la policía que disolvía una manifestación en una universidad . El presidente Suharto regresa hoy desde Egipto para afrontar la crisis.

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El miércoles, grupos de ciudadanos de Yakarta arrasaron dos calles adyacentes al campus. Ayer, después de una noche en la que al menos once personas fueron quemadas vivas en sus propias casas después de que la turba les prendiera fuego, la anarquía se extendió por toda la ciudad. Otros dos civiles murieron y al menos tres militares cayeron en enfrentamientos con los manifestantes.Hoy estaba previsto el regreso del presidente, quien tuvo que suspender su asistencia en El Cairo a la cumbre de países en vías de desarrollo y volver a Indonesia para tratar de hacerse cargo de la situación.

A media mañana de ayer, la calle Gajah Mada, una importante arteria, estaba llena de saqueadores listos para entrar en acción. Se respiraba una peligrosa atmósfera entre la multitud, poseída por una repentina rabia . Justo antes del mediodía un escuadrón de treinta soldados con cascos y motos todo terreno de color amarillo surgen del humo hacia el norte. De pronto, las siluetas de los soldados se hacen visibles disparando al aire. Todo el mundo busca refugio. Desde una tienda saqueada veo como un minusválido es llevado a la fuerza por los soldados. Lo que ocurre es interpretado por un vecino como "una revancha por lo que los militares han hecho con los estudiantes", que llevaban tres meses de protestas pacíficas. «Nepotismo y corrupción», grita otro. Linda Putri, una joven de 18 años, tuerce el gesto y escupe: «Odio a Pak (padre) Harto», en alusión al dictador.

«Los chinos tienen deudas y nosotros tenemos que pagarlas», declaró otro hombre. Y es aquí donde se esconde el horror potencial de la situación. Muchas de las tiendas incendiadas en el área de Gajah Mada son de miembros de la comunidad china. Otros establecimientos, como algunas sucursales del Bank Central Asia, que pertenece al grupo Salim, controlado por el chino Leim Sioe Liong, la mayor fortuna del país y amigo personal de Suharto, han sido saqueadas e incendiadas. La casa del multimillonario -en la lista de los 50 hombres más ricos del mundo- ha sido objeto de las llamas por parte de la turba encolerizada.

La cifra de muertos se decanta de manera desproporcionada hacia el lado de la minoría china. Pero la motivación más fuerte no es racial sino física -pobreza y hambre- causada por el colapso de la economía y la carestía de precios.

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The Independent / EL PAÍS

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