La Comunidad Valenciana sólo es la novena autonomía en eficacia frente a los incendios
La política del Consell en la lucha contra los incendios y, sobre todo, el tono "triunfalista" a la hora de vender la baja incidencia del fuego en los bosques valencianos fue ayer objeto de las críticas socialistas durante la comparecencia en Cortes del consejero de Presidencia, José Joaquín Ripoll. Y usaron datos del Ministerio de Medio Ambiente. Así, el diputado Alfonso Arenas, dijo al consejero que la reducción de los incendios en los últimos tres años es general en toda España y le reprochó que hasta ocho autonomías tiene mejor índice de eficacia al apagarlos que el valenciano.
Arenas esgrimió datos del propio ministerio, también gobernado por el PP, para argumentar que las cifras de 1997 "son sólo una medianía". Así, según la Secretaría General de Medio Ambiente, el índice de eficacia a la hora de extinguir los incendios valencianos fue de 2,3, es decir, se quemaron poco más de dos hectáreas por cada incendio. Esta cifra sitúa a la Comunidad Valenciana en la novena mejor... o en la novena peor. Con mejor resultado quedaron La Rioja (0,6), Madrid (0,5), Murcia (0,7), Baleares (0,7), Cataluña (1,3), Castilla-La Mancha (1,6), Aragón (1,9) y Galicia (1,9). De estos datos, el diputado socialista destaca que las tres comunidades limítrofes, con semejantes condiciones meteorológicas, obtuvieron mejores resultados que el Consell. La intención de Arenas era "bajarle los humos" al Consell a la hora de apuntase los éxitos de la campaña antiincendios de 1997. Y eligió la comparecencia de Ripoll, en la que exponía el Plan de prevención y extinción de incendios forestales de la Comunidad Valenciana 1998. Un documento que analiza el descenso de los incendios en los últimos años pero que no contempla tres de los factores meteorológicos que más afectan en la incidencia del fuego: los vientos dominantes, la temperatura y la humedad relativa. Así, el documento del Consell, tras hacer un análisis de las precipitaciones, concluye que "de los datos contenidos en la tabla, se evidencia que los buenos resultados obtenidos en los últimos tres años, en ningún caso se deben achacar a un incremento de las precipitaciones en dicho periodo". Por este motivo, Arenas quiso destacar el olvido de otros condicionantes. "Los del PP", explica, "cuando hablan de factores climáticos, sólo se fijan en las lluvias y dicen: "como la precipitación es semejante a otros años el mérito es nuestro", pero no tienen en cuenta otros factores". Así, el diputado recordó al consejero que 1997 fue "uno de los cinco años más fríos del siglo" y que los vientos predominates durante el verano fueron de levante, cargados de humedad, que produjeron "rociadas" y mantuvieron húmedo el combustible vegetal en los montes. Arenas insistió en la temperatura -la de julio en Alicante fue de 30º, es decir, 11º inferior a la de 1990- pero también quiso apuntar otro dato: mientras en 1997 tan sólo se decretaron dos o tres días (todavía no le han facilitado las cifras oficiales) de máxima alerta, en 1994 hubo casi 20. Arenas pone como ejemplo a la "más eficaz" comunidad castellano-manchega, que apunta los éxitos, "demostrando más estilo y honestidad", a la bonanza climatológica. "Es muy peligroso, porque cuando lleguen circunstancias que ahora ignoran se puede desatar una catástrofe", explica. Y pone como ejemplo que en lo que va de año ya se han quemado 290 hectáreas, cinco veces más que en todo 1996 (54 hectáreas) y casi el triple que en 1997 (con 85). "Y ahora sí que se escudan en los vientos de poniente". Tambien se cuestionó la política de Ripoll al enfrentarse contra el fuego. Por ejemplo el incumplimiento del compromiso de mejorar la vigilancia con un agente forestal profesional cada 5.000 hectáreas.
