Los productores de acero crearán un nuevo producto "ultraeconómico"

Los principales productores mundiales de acero han acordado en San Sebastián un proyecto de investigación para crear un acero ultraeconómico destinado a la construcción que se denominará UESSB y que, en opinión de Juan José Aroztegi, director general de Aceralia y uno de los organizadores del II Congreso Mundial del Acero, "supondrá una innovación radical, un cambio revolucionario que pasará a los anales de la historia siderúrgica". El proyecto, para el que ahora se va a buscar financiación, es equivalente al acero ULSAB para vehículos, cuya primera aplicación se presentó recientemente en la Feria del automóvil de Ginebra. Aroztegi director del Instituto Técnico de la Estructura en Acero, organizador del congreso junto con el Instituto Británico del Acero, reveló el acuerdo ayer al presentar las conclusiones del encuentro internacional, enfatizando que la fabricación de este nuevo tipo de acero permitirá un "descenso fuerte" del precio final de las estructuras. "El objetivo primordial es aminorar el coste de construcción, de forma que si el precio de la estructura es, hoy por hoy, 3,5-4 veces el precio del acero en perfil, baje a una proporción de 2-2,25 veces". No obstante reconoció que la financiación de este proyecto no está atada de momento. La fabricación del acero ultraligero para automóviles, aprobada en Colorado Springs en 1994, supuso un desembolso de 22 millones de dólares (3.400 millones de pesetas) que fueron abonados por las empresas productoras y los institutos del acero. Graham Owens, director del Instituto Británico del Acero, eludió pronunciarse sobre la "indiscreción" reconocida por el propio Aroztegi, y se refirió a la necesidad que tiene el sector siderúrgico de desplazar al hormigón en la construcción pública y privada. "La tendencia dominante es a un uso creciente del acero, pero existen diferencias muy significativas según los países, pues allí donde existen institutos del acero potentes es mayor el consumo del material". El acero para construcción representa el 38% de la producción siderúrgica en Europa, Japón y Estados Unidos.