_
_
_
_

Estrada se atribuye la victoria en las elecciones presidenciales filipinas

El populista Joseph Estrada, de 61 años, aparecía ayer como el vencedor de las elecciones presidenciales de Filipinas, según los sondeos hechos a pie de urna por una cadena de radio. Las estimaciones, que coincidían con encuestas previas, daban a Estrada un 34,7% de los votos, frente al 17,7% de su más inmediato rival, José de Venecia, el candidato oficialista apoyado por el presidente Fidel Ramos. «Es el último y más bello papel de mi vida», dijo Estrada, antiguo actor de cine que hizo la campaña presentándose como «el amigo de los pobres» y que tiene una imagen de bebedor y mujeriego que le ha enfrentado a la Iglesia católica.Según Joseph Estrada, cuando finalice el escrutinio la victoria «será aplastante». Pero los seguidores de José de Venecia dieron a conocer otro sondeo, hecho por la empresa Facts Base, que da a Estrada un 29% de los votos y a Venecia un 27%. El presidente Ramos se limitó a lanzar un llamamiento de cautela ante los resultados provisionales de las encuestas.

Los 34 millones de filipinos que viven en las 7.107 islas del archipiélago fueron llamados a las urnas bajo un calor sofocante y con un gran despliegue de seguridad. La votación era complicada, porque tenían que elegir, además de a su noveno presidente, al vicepresidente -que no siempre es aliado político del presidente-, gobernadores, doce de los veinticuatro senadores, diputados, alcaldes, tenientes de alcalde y concejales: los electores debían elegir de 20 a 31 nombres, según las circunscripciones, en cada papeleta de voto, una tarea que ocupa entre 5 y 20 minutos, después de lo cual los electores tenían que mancharse el pulgar con tinta supuestamente indeleble para no votar más que una vez.

Como podía esperarse, la complejidad de las operaciones de voto ha facilitado la existencia de importantes manipulaciones electorales: en la televisión local de Manila pudo verse a candidatos mostrando papeletas de voto ya rellenas para que los electores más despistados pudieran utilizarlas como modelo. La propia Iglesia, que no se ha privado de adoptar posiciones completamente contrarias a Estrada, no dejó de repartir papeletas rellenas en la misa del domingo, víspera del escrutinio. Se vieron autobuses pagados por candidatos a las alcaldías y repletos de electores conducidos a las urnas por el generoso patrocinador del viaje. En la ciudad de Abra, en el norte del país, hubo candidatos que pagaban hasta 500 pesos (12 dólares, 1.800 pesetas) a cada elector que votara por ellos. También se han mencionado casos de personas que votaban varias veces, porque la tinta no era tan indeleble como parecía.

Diez personas resultaron muertas en la jornada electoral, con lo que el balance de víctimas desde el comienzo de la campaña se elevó a 50. Los principales incidentes tuvieron lugar en el sur del país, base de los grupos de separatistas musulmanes que rechazaban las elecciones.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_